Por Javier Lewkowicz
“A nosotros nos fue bien así, sigamos con esto. Busquemos la tasa de crecimiento más alta posible, que mejore las condiciones sociales y no desmadre las cuentas fiscales.” Alejandro Robba, subsecretario de Coordinación Económica, aseguró a Página/12 que la intención del Gobierno en un posible próximo período es que la economía siga creciendo fuerte, a diferencia de lo que, ya desde hace varios años, plantea buena parte de la oposición, que opta por “enfriar”. Ro-bba forma parte del grupo de economistas heterodoxos de la “Gran Makro” junto a Santiago Fraschina. Pretenden que las carreras de Economía de distintas universidades incorporen el estudio de la economía kirchnerista, según explicaron. La semana que viene, la agrupación realizará, en Paraná, su segundo congreso.
–Un crecimiento de alrededor del 5 por ciento para 2012 se explicaría, para el Gobierno, a partir de un escenario internacional de incertidumbre. Sin embargo, las exportaciones no son el motor del crecimiento argentino sino que lo es la demanda interna.–Las exportaciones influyen en la tasa de crecimiento, son una parte importante de la demanda agregada. Si se caen, pueden generar una baja en el avance del PIB. También la evolución de las exportaciones influye sobre la recaudación, vía retenciones. De todas formas, la Argentina logró tener un bloque de exportaciones industriales que puede compensar lo que se pierda de exportaciones vinculadas con el agro.
–¿La intención es seguir creciendo lo más fuerte posible más allá de las tensiones que puedan surgir?
–Creo que ésa es la idea. Las tensiones surgen porque se crece mucho. La opción más fácil es achicar, hacer política fiscal y monetaria contractiva, y crecer 3 o 4 por ciento. Ahí va a aumentar el desempleo. Los sectores de la derecha que dicen que tenemos que crecer menos, usan el modelo de inflación de demanda, pero la inflación actual es en buena medida importada. A nosotros nos fue bien así, sigamos con esto. Busquemos la tasa de crecimiento más alta posible, que mejore las condiciones sociales y que no desmadre las cuentas fiscales. Trabajemos con políticas más a nivel micro para atender problemas en la balanza de pagos o distributivos. Brasil es distinto, puede crecer menos y que el desempleo no caiga porque, aunque su tipo de cambio nominal esté más apreciado, tienen un set de políticas activas muy importantes y que ya están instaladas.
–¿Puede generar problemas en el mercado de trabajo un crecimiento del 5 por ciento?
–Con un nivel de crecimiento de alrededor de 5 por ciento todavía no se generan problemas con el desempleo. Por debajo de esa tasa tendrían que crecer en peso las políticas de ingreso para compensar el tema del empleo, pero eso es lo que no se quiere hacer. La política de ingreso no debe reemplazar a la generación de empleo, como sucedía en los ’90.
–¿Cuál considera un nivel de desempleo “friccional”?
–Algunos economistas dicen que ya estamos en pleno empleo; yo no creo que sea así. Se puede llegar al 4 o 5 por ciento. Y además de esos puntos para bajar hay un 30 por ciento de economía informal, es decir que todavía hay más cantidad de horas hombre que no se utilizan.
–¿Qué análisis hace del nivel de pobreza que persiste a pesar de ocho años de fuerte crecimiento económico?
–Ocho años de crecimiento acelerado para un país que vivió políticas de destrucción durante 30 años, no es nada. Si me hace esta misma pregunta dentro de 4 o 5 años, si es que la Presidenta gana las próximas elecciones, pensaré que habremos tenido esa falla. El Plan Argentina Trabaja o la Asignación Universal por Hijo tienen muy poco tiempo de ejecución. Se están haciendo políticas más sofisticadas, por eso creo que se va a ir resolviendo. También está la demanda de derechos de segunda generación. Además del ingreso personal está la educación, la salud o la vivienda. Ahí están algunos de los desafíos del próximo gobierno.
–¿Qué significa “profundizar el modelo”?
–Trabajar para hacer más equilibrada la estructura productiva, seguir utilizando los tipos de cambio múltiples como una política de repartir las productividades y tener cada vez más una economía equilibrada desde el lado regional y distributivo. Están dadas las condiciones para tener una política más sofisticada de sustitución de importaciones, promoción de exportaciones industriales y para avanzar en un proceso de “sudamericanización” de la economía argentina. El desarrollo de los países lo dirige el Estado, eso está por detrás de la medida de utilizar los derechos políticos en las empresas donde la Anses tiene inversiones. A partir de eso creo que va a ser mucho mejor la relación con el sector privado.
–¿Cómo surgió la idea de crear la Gran Makro?
–Un conjunto de economistas, estudiantes de Economía y de ciencias afines, la mayoría sub-40, con una visión común, decidió que es necesario trabajar en forma conjunta. Tiene que ver con formalizar una corriente económica. Acá hay un modelo exitoso en lo económico que no tiene un relato académico. Es más: muchas veces es ninguneado por la academia. El modelo de crecimiento empujado por la demanda debe ser estudiado en las facultades. Queremos discutir los programas de las universidades. El cambio cultural del que habla la Presidenta, que se vio en el Bicentenario, que está más relacionado con la historia, se tiene que dar en todas las áreas.
Página12
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