Reacción del Grupo de Curas en Opción por los Pobres tras el apoyo de la Iglesia a Franco
Según los religiosos, imágenes como la del arzobispo de Asunción con el nuevo presidente les recuerdan a importantes obispos y cardenales que actuaron de opositores en la región.
Por Washington Uranga
El nuncio apostólico Eliseo Antonio Ariotti junto a Federico Franco.
El golpe de Estado institucional ocurrido en Paraguay y la actitud adoptada por las autoridades de la Iglesia Católica en aquel país generaron en Argentina la reacción del llamado Grupo de Curas en Opción por los Pobres, quienes además de condenar los hechos afirmaron que “como curas que queremos caminar ‘con los pobres de la Tierra’, junto a muchos migrantes del hermoso y vecino Paraguay en nuestras propias comunidades, queremos manifestar claramente que, viendo las fotos del nuncio apostólico visitando a Luis Federico Franco Gómez, o al arzobispo de Asunción dándole la comunión, o leyendo la declaración de la Conferencia Episcopal Paraguaya, no podemos menos que manifestar nuestro más profundo rechazo”.
En el texto, que lleva la firma del secretario de la organización, el sacerdote Eduardo de la Serna, los curas dicen que “esas fotos sí nos escandalizan”, en directa alusión a la que fueron difundidas aquí hace algunos días mostrando al ex obispo de Merlo-Moreno, Fernando Bargalló, acompañado de una mujer en una playa. Según los curas, las fotos del arzobispo de Asunción y del nuncio en Paraguay, con el ahora presidente Franco, “nos hacen recordar las actitudes de importantes obispos, arzobispos y/o cardenales oficiando de verdaderos dirigentes opositores en Honduras, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina, y de los cuales no quisiéramos alimentar la sospecha de un ‘pase de facturas’ por el pasado episcopal de Fernando Lugo”.
Agregan que “no podemos menos que ver con preocupación movimientos destituyentes en nuestros países latinoamericanos como Ecuador, Bolivia y nuestro propio país, además de los pasados golpes en Venezuela y Honduras, por citar algunos”.
Haciendo un análisis de lo ocurrido en Paraguay, los curas católicos aseguran que “quienes hemos sufrido y padecido (y en memoria de quienes han muerto o desaparecido) en las dictaduras, no podemos callar lo que hemos visto y oído”. Y a propósito reflexionan diciendo que “sabemos que hoy un golpe sangriento tendría ‘mala prensa’”, razón por la que “el ‘golpe militar’ del pasado ha mutado en pantomimas pseudo-constitucionales como la que vivió el hermano pueblo de Honduras y padece hoy el Paraguay; o bajo la modalidad de golpes mediáticos, golpes judiciales, golpes de mercado, golpes institucionales o golpes parlamentarios. Pero golpes al fin, que siempre desconocen la voluntad popular para someterse a la voluntad del ‘capital’, e interrumpen los legítimos procesos institucionales de la democracia”.
Señalan también que como curas “no tenemos capacidad para desconocer un gobierno, o romper relaciones diplomáticas, pero sí tenemos capacidad para saber que queremos quedar del lado de las víctimas de la historia, como lo hizo Jesús. Y abrazar a campesinos, pobres y trabajadores de Paraguay cuyas voces una vez más han sido silenciadas, sus intereses conculcados y su voluntad, despreciada”. Aprovechan también para manifestarse “a favor de una reforma agraria como instrumento de desarrollo económico y social con equidad en el Paraguay y en contra de las injusticias intolerables provocadas por las formas de apropiación indebida de la tierra por parte de propietarios o empresas nacionales e internacionales que pisotean todo derecho adquirido de campesinos y pueblos indígenas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario