domingo, 15 de agosto de 2010

Los nervios de la derecha


Leí una declaración de Chiche Duhalde que me impactó y es un buen resumen de la situación: ‘Si tenemos que dejar de hacer caminos para construir más cárceles, hagamos más cárceles’. Queda claro qué modelo de país propone la derecha, ¿no?
  Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me llamaron comunista.
Obispo Hélder Câmara

Las últimas dos semanas, tuve que dedicar una buena parte de este espacio a responder, aclarar y compartir algunas de las repercusiones que las mismas crónicas estaban generando. Concretamente, las presiones y amenazas de grupos ultrareaccionarios. En ese sentido, quiero agradecer a todas las personas y medios que me enviaron su apoyo, su solidaridad, o simplemente dieron cuenta de los picos de intolerancia que está sufriendo nuestra sociedad. Visibilizar estas cosas ayuda a ver con más claridad que expresarse libremente acerca de ciertos temas trae como consecuencia el odio desmedido de ciertos sectores. Sectores que, da la casualidad, son los que están a favor de aquella Argentina en la que desaparecía gente. Esa que con la Triple A limpió las calles de zurditos y subversivos, que se enfrentaban a los que consideraban que en la Argentina sólo podías quedarte callado. Muy alto fue el costo por permanecer ciegos y sordos ante tanta represión y muerte.
Como ya lo dije varias veces, no me gusta victimizarme, y no creo que estos ataques canallescos sean solamente contra mi persona: siento que me toca recibir ciertas agresiones por ponerle una cara y un nombre a las ideas que muchos compartimos. Y que estos ataques, también, son reacciones desesperadas de los intereses concentrados al sentir amenazada su hegemonía de décadas. Simplemente observemos lo que estuvo sucediendo en los últimos días y vamos a notar cómo muchas situaciones que antes se consideraban sólo rumores, ahora se vuelven visibles y transparentes.
En varios ámbitos de la vida pública vemos el nerviosismo de la derecha ante la pérdida de poder, y sus respuestas van de lo ridículo a lo inaceptable. Mucho se dijo ya del discurso de Biolcati y su “preocupación” por los pobres, que es lo mismo que Judas hablando de lealtad. Ya sabemos lo que representa la Sociedad Rural y estamos prevenidos contra su cinismo. Pero cuando en mitad de su deslumbrante discurso, este señor repudió a las dictaduras, que tanto vaciamiento han generado en el país, a mí me levantaron la programación del aire. ¿¿¿Perdooooón??? ¿Yo estoy confundida, o no era la Sociedad Rural la que sacaba comunicados en los diarios de esa época avalando la excelente labor militar? ¿No fueron ellos los que a lo largo de tantas y tantas décadas se fueron quedando con  tierras que no les pertenecían? ¿No fueron ellos, acaso, cuando volvió la democracia, los que abuchearon a Alfonsín en La Rural? ¿No fue este hombre el que, no hace mucho tiempo, avaló a Martínez de Hoz? Entonces, ¿cómo pueden articular un discurso patriótico, cuando siempre se ocuparon de sus bolsillos, enriqueciéndose a costa de tantos trabajadores del campo, que viven en condiciones precarias? Tal vez a alguien todavía pueda causarle asombro que la oposición se ponga a lamerle las botas a los patrones de estancia: aunque si vemos la trayectoria de varios dirigentes opositores, a muchos les caen simpáticas las “botas” y no sería la primera vez que se entierran en bosta. Sí es llamativo que lo hagan tan abiertamente. Porque, entonces, la pregunta que nos cabe es: si esta oposición nuestra de cada día apoya estas políticas campestres, ¿cuál es su verdadero proyecto para la Argentina que se viene? Yo tengo la respuesta... y creo que ustedes también.
Que Magnetto tenga contacto íntimo con altos referentes del peronismo decadente tampoco es novedoso. Recordemos que en 2002, cuando Duhalde ostentaba el cargo de presidente no electo, Solá se desempeñaba como gobernador de Buenos Aires, y la policía asesinó a los referentes piqueteros Darío Kosteki y Maximiliano Santillán, Clarín titulaba en su tapa: “La crisis causó dos nuevas muertes.” El pacto político entre el monopolio y el ex vice de Menem tiene larga data. Pero la novedad es que un hombre acostumbrado a moverse en las sombras y tirar de hilos invisibles se exponga tanto. Y también que los aspirantes a candidato presidencial vayan a definir fórmulas con el líder de un multimedios manchado de sangre. Parece que la derecha está alarmada porque no tiene ni un candidato presentable.
De Narváez ya abrió sus locales con grandes pósters, donde se lo ve bien vestido y sonriente. No nos olvidemos de que con una parodia de sí mismo logró volver a colarse en el Congreso, donde rara vez se lo ve. Pero todavía no se sabe para qué se postula: presidente no puede ser porque nació en Colombia, pero como buen empresario ya logrará cerrar algún buen negocio.
Reutemann parece preferir seguir jugando al estanciero antes que arriesgar el poquito de aceptación que pueda tener en la opinión pública. Con lo bien que cotiza la soja (¡y si pudiera lograr la baja en las retenciones!), ¿para qué va a salir a quemarse? Mejor sostener el mito del corredor de carreras, siempre segundo, que traer a la memoria su vergonzosa gobernación de Santa Fe. En Rosario, sus partidarios pintaron paredes pidiendo su vuelta. Pero el ingenio popular corrigió la frase: “Lole, de-volvé.”
Y el pobre Mauricio Macri, perseguido político. Sigue procesado. Se le cayó el autojuicio porque no le alcanzaron los votos. Y se puso en el lugar de acusador, doble trabajo para sus abogados. Y para él que está bastante ocupado con la justicia y los medios como para ponerse a gobernar. Me llena de pena, de vergüenza y bronca que haya que lamentar muertes para que se le preste atención a algo obvio: el boom inmobiliario de Buenos Aires es desmedido e inescrupuloso. El control del Estado, casi nulo. La cantidad de torres que se están levantando pinta un horizonte sombrío, pero el gobierno de la ciudad no lo ve con malos ojos. Mientras sean edificios lujosos y vayan alejando a los pobres hacia la provincia... Macri no se hace cargo de nada, salvo de su ambición, porque ya empezaron a aparecer sus pintadas.
¿Y Duhalde? Bastantes amenazas recibí últimamente como para hablar acerca de este señor. Lo pueden googlear y sacar sus conclusiones.
Lilita no es presentable. Si sigue así no le van a quedar amigos ni en Facebook. Ya no sabe con quién pelearse. Yo creo que esa es la tan mentada crispación.
Es el mismo nerviosismo que se vio en los tribunales de Córdoba donde se juzga a Videla, Menéndez y otros 30 represores. Nerviosismo porque se les termina la impunidad. Porque el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó restos de más de 100 cuerpos enterrados como NN. Y Patti va a esperar el juicio en una cárcel común. Entonces aparece Pando encadenándose al Ministerio de Defensa, y el ataque de los defensores de la dictadura ante la presencia del juez Baltazar Garzón. Todos intentos patéticos de sembrar confusión en los medios.
Siento que es la misma confusión que buscan sembrar con el machaque de la inseguridad. Y ojo, la famosa inseguridad de la que tanto hablamos existe, y es preocupante. Pero tenemos que entender que es una consecuencia directa de la exclusión de tantos sectores de la sociedad que han quedado marginados por políticas como las de Menem, que hoy tantos defienden. Después de la década menemista de saqueo del Estado, del vaciamiento del sistema educativo, de un notorio incremento del narcotráfico en el país, de niveles increíbles de desempleo, hambre y represión, no podemos asombrarnos. Sin dudas, es necesario que haya políticas de prevención y que la justicia actúe con agilidad y criterio. Pero las políticas de inclusión social son de importancia vital para revertir esto que afecta a muchos otros países, con tantos problemas de desigualdad. Lo que no es saludable es que machaquen día, tarde y noche con la misma noticia, para arrastrar a todos en su histeria. Nos quieren compartir su pánico y paranoia, por eso nos bombardean con noticias de robos y muertes. Con programas “documentales” sobre chicos que fuman paco y cámaras subjetivas de allanamientos en villas. Con los policías en acción, entre chistes de borrachos y persecusiones a los gritos, mostrándole a la clase media cómo hay que tenerles miedo a los pobres. Para que la gente pida más policías, más cámaras de seguridad, penas más duras, más prisiones. En vez de pensar en más escuelas, más viviendas, más hospitales, más puestos de trabajo. Leí una declaración de Chiche Duhalde que me impactó y que es un buen resumen de la situación: “Si tenemos que dejar de hacer caminos para construir más cárceles, hagamos más cárceles.” Queda claro qué modelo de país propone la derecha, ¿no?
Yo soy una de los tantos que queremos el camino de la inclusión y la apertura, no el de la represión y el encierro. Una de los muchos que creemos que una sociedad más libre y más justa es posible. Y por eso creo que es importante que mantengamos la calma, que pensemos con tranquilidad y debatamos con tolerancia ideas importantes.
Tiempo argentino

 

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