lunes, 20 de febrero de 2012

"VIDELA ENCARNA EL MAL ARGENTINO"

 MARÍA SEOANE


La periodista María Seoane, directora de Radio Nacional y autora del libro "El dictador" -en coautoría con Vicente Muleiro- salió al cruce de las declaraciones del dictador Jorge Rafael Videla a una revista española.

Videla según Ángel Mosquito.
En la entrevista realizada en el programa “Mañana más”, Seoane opinó que Videla representa el “desprecio por la justicia, por la diversidad, a la negación del genocidio, a la reivindicación del recurso de la violencia estatal para imponer un modelo económico”.

Señaló además que “ha dado la etapa mas negra de toda la historia argentina” y que “no hay ningún cambio respecto a lo que es Videla” que según dijo “encarna el mal argentino”.
La periodista salió así al cruce de las declaraciones realizadas por el ex dictador y represor a la revista española Cambio 16, donde sin ningún tipo de arrepentimiento, dijo que "Alfonsín y Menem hicieron un acuerdo que era mitad y mitad, en el tema de los indultos... Los Kirchner son los que dijeron que no habría simetría en el asunto de la guerra que vivimos y nos señalaron a los militares como los malos, los responsables de crímenes de lesa humanidad, y a los terroristas como los buenos, como las víctimas de aquellos años terribles".

Seoane se preguntó “cuál es la idea de la república que tiene Videla. Cuando él está encarcelado por haber dirigido un Estado que violó todas las leyes nacionales e internacionales”.

Manifestó que la entrevista al dictador “la buscaron los españoles para sostener lo de Garzón”, en referencia al juicio al juez de ese país que investigó los crímenes del franquismo. En ese sentido, calificó el juicio a Baltasar Garzón como “un hecho vergonzoso para la conciencia humanitaria el mundo”.

Opinó que con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner “por primera vez en la historia, la corporación militar perdió la posibilidad de ser el contrapunto político de la republica, de la democracia. Ya no tienen fuerza para negociar su impunidad”.

“Por eso todos sentimos que este periodo es de consolidación de democrática, porque la democrática no está atada al carro de la corporaciones”, señaló. “Videla cada tanto necesita salir a decir que él fue el que mató para existir”, agregó.

DIARIO REGISTRADO


domingo, 19 de febrero de 2012

Expulsados del paraíso

LAS TROPELIAS DE GRAN BRETAÑA EN DIEGO GARCIA


Lo que pasa en esa isla en el Indico fue citado por Argentina en su presentación por Malvinas en Naciones Unidas. A los británicos no les importó la autodeterminación de sus habitantes, que desde hace más de 40 años viven como parias: los echaron para que Estados Unidos pusiera una base.

Por Fernando Cibeira
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Con desparpajo british, la semana pasada el primer ministro David Cameron ofreció a los escoceses un poco más de autonomía a cambio de que dejen de insistir con esa molesta idea de votar por su independencia en un plebiscito, cómodo en su rol de ser quien da y quien quita. Otra muestra de lo flexible que llegado el caso puede ser el concepto de autodeterminación de los pueblos, esgrimido por el gobierno británico como instancia definitiva en el conflicto por la soberanía de las islas Malvinas, y que ahora también reivindican algunos de nuestros opinadores locales. Ejemplos más evidentes aún pueden encontrarse si se escarba un poco en la historia reciente y se revisan casos como el de la isla Diego García, cuyos habitantes aún deambulan como parias reclamando que Londres los devuelva a su tierra, de la que fueron arrancados a la fuerza sin que nadie tuviera en cuenta su opinión.
El caso fue mencionado por el canciller Héctor Timerman durante su presentación en las Naciones Unidas, cuando viajó a denunciar la militarización de la zona del Atlántico Sur. “La pretensión británica de condicionar la obligación de reanudar las negociaciones de soberanía a la aplicación del principio de autodeterminación carece de fundamento, siendo incluso contradictoria con los antecedentes de otras disputas territoriales que involucraron a los ingleses”, e hizo mención a Hong Kong y Diego García.
Lo de Hong Kong es más conocido. Pese a que los habitantes de Hong Kong no querían saber nada con el cambio de manos, todo se resolvió en una negociación entre gobiernos. Los chinos proclamaron la fórmula “un país, dos sistemas”, por la cual respetarían que Hong Kong se mantuviera fuera de la economía socialista. Antes del traspaso, también dieron garantías de respeto al sistema legal. Sin embargo, luego modificaron varias leyes –por ejemplo, quitaron prerrogativas laborales–, lo que generó conflictos. Los habitantes habían expresado sus miedos, pero los británicos no tuvieron en cuenta su determinación.
Menos difundido es el caso de Diego García. Guarda llamativas similitudes con las islas Malvinas, pero la resolución fue totalmente diferente sin que ningún funcionario británico haya explicado el motivo. Si hay algo notorio, es que no se tuvo en cuenta la opinión del pueblo, condenado al destierro eterno por el solo hecho de haber nacido allí.

El edén

Diego García es un atolón (una isla de coral en forma de anillo) de apenas 44 kilómetros cuadrados, el único habitado en el archipiélago de Chagos, en el Oceáno Indico, a una distancia de unos dos mil kilómetros del sur de India y un poco más lejos de la costa oeste de Africa. Casi como la isla perdida de Lost. El marinero andaluz que la descubrió en el siglo XVI le puso su nombre, cuestión que si no hacía lo suficiente para merecer una calle por lo menos tendría su islita. Pasó por manos portuguesas y francesas hasta que luego de las Guerras Napoleónicas quedó bajo dominio británico. El Imperio la utilizó como lugar de recarga de carbón para los buques que navegaban entre Europa y Australia.
Así siguió hasta 1966, año en que Gran Bretaña acordó alquilarle la isla a Estados Unidos por 50 años, hasta 2016, para que instale una base militar en plena Guerra Fría. Pero luego del 11-S la CIA aprovechó su ubicación estratégica para armar allí también una prisión secreta al estilo Guantánamo, donde puede hacer de las suyas fuera de todo control en su particular lucha contra el terrorismo. Un paraíso natural de aguas transparentes y mágicos corales luminosos terminó convertido en un pantano de tortura y horror.
La autodeterminación de los dos mil habitantes de Diego García (los “chagosianos”, ya que viven en Chagos), una ironía: los echaron sin miramientos. Lo hicieron de diversas maneras. Por ejemplo, con el bloqueo al ingreso de alimentos, por lo que algunos no aguantaron y se trasladaron a villas miseria de la vecina isla Mauricio, donde aún sobreviven como pueden en casillas de chapa. Hubo también embarcados a la fuerza y otros que fueron engañados con anzuelos tales como vacaciones gratis en el exterior para después impedirle el regreso. Se recuerdan casos emblemáticos como el de María Aimee, quien en 1969 llevó a sus hijos a Port Louis, en Mauricio, para un tratamiento médico y luego no le dejaron subir al barco para la vuelta. Recién se pudo reencontrar con su marido dos años más tarde.
Cuentan que muchos de los pobladores no soportaron el destierro. Hubo suicidios y casos de alcoholismo. En una nota de The Times, de Londres, en 2007, una isleña recuerda: “Era el paraíso, éramos como aves libres, y ahora estamos igual que en una prisión”. Se calcula que de los dos mil habitantes originales, hoy viven menos de 700.
En 1998, los chagosianos y sus descendientes resolvieron acudir a la Justicia. Para todos los especialistas, en su caso se había producido una flagrante violación al derecho internacional. Dos años después, en efecto, el Tribunal Supremo británico dictaminó que la expulsión había sido ilegal y que los habitantes debían regresar. En 2004, el fallo fue confirmado en la Corte de Apelaciones. Los sucesivos gobiernos británicos ignoraron la sentencia y el Foreign Office continuó apelando hasta que, en 2008, la Cámara de los Lores –última instancia del particular sistema legal inglés– falló a favor del gobierno por un ajustado tres a dos. El argumento esgrimido por los lores fue que el gobierno contaba con títulos suficientes para legislar sobre una de sus colonias en función de la seguridad de los intereses del Reino Unido. Estados Unidos ya había advertido que la vuelta de los habitantes significaría un “riesgo inaceptable” para su base.
Jonathan Crown representó a la Cancillería británica y fue elocuente en su argumentación. “Los chagosianos no tienen territorio propio, no tienen derecho sobre las islas en absoluto”, sostuvo en su exposición. Crown debe haber llegado tarde el día que en la facultad enseñaron autodeterminación.

El infierno

Obstinados en recuperar su paraíso, los isleños acudieron a la Corte Europea de Derechos Humanos. Entonces, en 2010, el gobierno inglés sacó un increíble argumento de la manga. El canciller David Miliband anunció que crearía la mayor reserva natural oceánica del mundo alrededor del archipiélago, que componen unas 55 minúsculas islas, en función de las 220 especies de corales y las más de mil de peces que se encuentran en sus aguas. Para preservar el área virgen, obviamente, resultaba imprescindible que no esté habitada por los depredadores agricultores chagosianos. Al parecer, los peces no tenían problemas con las naves norteamericanas que salían a bombardear Afganistán o Irak. Tampoco con los 1700 militares que viven allí, ni los 1500 empleados civiles. Tan triste todo, que un cable difundido por Wikileaks reveló el obvio trasfondo de la maniobra.
Cada tanto, los chagosianos realizan algún acto para que su situación no caiga en el olvido. En mayo pasado, hicieron una presentación ante la prensa en las puertas de la Royal Geographical Society, en Londres. Bachar Khan, del Grupo de Refugiados Chagosianos, comentó su sentimiento a The Guardian: “¿Cómo puede ser que una base militar sea legal y que los habitantes de la isla no puedan vivir ahí? Tenemos ocupas militares que nos dejan sin nuestros derechos”. Otro delegado comentó que los isleños se sentían “como dando vueltas y vueltas en una calesita para caer siempre en el mismo lugar”.
La novelista Philippa Gregory lo describió en un artículo de junio pasado en The Times titulado elocuentemente “Las Falklands secretas que siguen en conflicto”. “He leído los papeles del Foreign Office desde 1960 intentando entender la historia de Chagos: es una lacrimógena experiencia sobre el engaño y la arrogancia”, escribió.

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lunes, 13 de febrero de 2012

domingo, 12 de febrero de 2012

La independencia interna de un juez


Por E. Raúl Zaffaroni *
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Los jueces deben ser independientes, o sea, estar protegidos de los factores de poder, sean de la naturaleza que fuesen. Esa independencia externa les posibilita el ejercicio de su función, decidiendo conforme a su comprensión del derecho que, como es sabido, no es única ni unívoca. Si bien hay cuestiones de única solución, éstas no son las más delicadas, en las que pesa la cosmovisión que tenga cada intérprete del derecho. Se sabe que en el campo de la discusión jurídica, no es lo mismo un juez conservador que uno liberal.
Pero esta independencia externa no basta para garantizar la función judicial, pues el juez no puede decidir conforme a su entendimiento del derecho si no goza de independencia interna dentro del propio Poder Judicial.
Una judicatura bien organizada, en el marco de un Estado de derecho, sólo logra la imparcialidad cuando se garantiza el pluralismo ideológico, o sea, cuando sus integrantes tienen diferentes concepciones y consiguientes interpretaciones del derecho. No hay otra imparcialidad posible, porque como bien decía Carnelutti, los humanos no podemos ser imparciales porque todos somos parte. El juez es un ser humano, con su sistema de ideas y preferencias, su propia concepción del mundo y su consiguiente interpretación del derecho.
Una judicatura democrática debe garantizar el pluralismo en el entendimiento del derecho y, por tanto, el debate interno. Lo contrario es suponer que hay Übermenschen, superhumanos, que están más allá de los valores, y por suerte éstos no existen, o los pocos que existen están bajo tratamiento psiquiátrico.
Para garantizar el pluralismo como condición de imparcialidad democrática, el juez debe gozar de independencia interna, es decir, de garantías ante los propios cuerpos colegiados de la judicatura.
Un Poder Judicial no es una corporación vertical ni mucho menos. Es sabia la disposición de la Constitución italiana, que dispone que no hay jerarquías entre los jueces, sino únicamente diferencia de competencias. Tan juez lo es el del tribunal de última instancia como el de primera. La pluralidad de instancias sirve para hacer prevalecer la decisión de los jueces del cuerpo plural, pero éstos no pueden impartirles órdenes a los de primera instancia en cuanto al modo de decidir en derecho, pues son tan jueces como ellos. Si sus decisiones no coinciden con las de los jueces de instancias menores, lo que deben hacer es revocar lo decidido.
El modelo de Poder Judicial corporativo, donde no hay independencia interna, hace que los cuerpos colegiados supremos consideren a los otros jueces como sus subordinados o amanuenses, que deben repetir sólo lo que éstos deciden.
El origen del modelo judicial corporativo es napoleónico y cundió por toda Europa en el siglo XIX, hasta su desprestigio político en el siglo XX, porque los jueces alemanes no se inmutaron cuando se separó a los jueces judíos, los franceses en masa juraron fidelidad al gobierno de Vichy, los italianos siguieron funcionando sin problema bajo el fascismo y los españoles y portugueses bajo el franquismo y el salazarismo.
Más allá de todas las consideraciones que merezca el caso Garzón en cuanto a intencionalidad ideológica y cualquiera que sea la simpatía o antipatía que despierte su conducta, lo cierto es que la condena del Supremo español representa un peligro para todos los jueces del mundo, por el ejemplo de autoritarismo y verticalismo interno que pone de manifiesto.
La intolerancia de un cuerpo supremo a los criterios dispares de los jueces de primera instancia revela una decisión que pone fin a la independencia interna de los jueces y consagra una dictadura de los órganos supremos.
El caso Garzón no es un juicio a un juez, sino una agresión incalificable a la independencia interna de los jueces y una regresión al modelo napoleónico de verticalismo interno corporativista, incompatible con una magistratura democrática.
Cualquier juez del mundo, ante semejante ejemplo, puede pensar qué le puede suceder a él, mucho menos conocido públicamente. Es un peligroso mensaje a los jóvenes, de carácter disciplinarista, autoritario, vertical, que busca asegurar un pensamiento único dentro de una judicatura.
No olvidemos que el juez de primera instancia tiene mucho poder inmediato, pero decide en soledad, lo que lo hace más vulnerable al temor que le puede infundir un cuerpo supremo que pierde su camino y olvida que su función es precisamente la de garantizar la independencia interna, sin perjuicio de la responsabilidad que le incumbe de corregir lo que no comparte en una instancia definitiva.
El daño que esto provoca a la independencia judicial es enorme. El ejemplo puede cundir. La sensación de poder que deriva de un sitial en el cuerpo supremo de cualquier país puede sentirse estimulada con semejante decisión aberrante. En particular puede suceder en Europa, donde se avecinan conflictos serios y difíciles. Otros cuerpos supremos pueden verse tentados de desviar su competencia y confundir ésta con una jerarquización corporativa. La publicidad mundial del caso puede facilitar la confusión de competencia con superioridad jerárquica.
La importancia de la independencia interna es fundamental. La violación de la independencia externa es escandalosa pero esporádica, en tanto que el desconocimiento de la independencia interna se sufre cotidianamente y en cualquier caso, abre las puertas a todos los vicios burocráticos, las insidias y las habladurías, la hipocresía y el servilismo al pretendido superior, los jueces pierden ciudadanía para pasar a la condición de súbditos sumisos del cuerpo máximo.
Ante este avance contra la independencia interna de los jueces, sea cual fuere el juicio personal acerca del juez Garzón, de sus ideas y de su conducta, los jueces del mundo no pueden quedar callados, pues el silencio implica serruchar la rama en que todos están sentados.
* Ministro de la Corte Suprema de la Nación.
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El caso de Diego García


Entre los múltiples ejemplos de cómo conduce el Reino Unido la relación con sus colonos, el canciller Héctor Timerman recordó la demanda que hicieron los habitantes de la isla Diego García, un enclave en medio del océano Indico. La isla pasó por las manos de Portugal, Francia y finalmente quedó en manos de Inglaterra en la época de Napoleón. En 1996, el gobierno británico expulsó a los 1600 nativos para alquilarle la isla a Estados Unidos hasta 2016. Allí, el gobierno estadounidense instaló una base militar, dada su posición estratégica para las guerras en Afganistán e Irak. Allí es posible que se ubique uno de los sitios negros de la CIA para alojar detenidos, similar al de la base de Guantánamo. Los nativos de la isla iniciaron una demanda y el Tribunal Supremo británico les dio la razón y dictaminó que la expulsión fue completamente ilegal y que la población tiene derecho a volver a su tierra. Ningún gobierno británico cumplió el fallo judicial. “Inglaterra nunca estuvo interesada en la autodeterminación de sus colonos”, consideró Timerman.
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jueves, 9 de febrero de 2012

La Presidenta recibió a organizaciones palestinas e israelíes por la paz en Medio Oriente


La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió esta noche en la Casa de Gobierno a representantes de Organizaciones No Gubernamentales (Ong`s) de Palestina e Israel, con quienes analizó el proceso de paz de Medio Oriente y las propuestas para lograr una solución al conflicto.
El secretario de Culto, Guillermo Olivieri, quien acompañó a los visitantes, señaló que "han traído un poco la preocupación y la experiencia del proceso de Medio Oriente y para exponer la contribución que están haciendo y la que están recibiendo de América Latina".

Agregó que la visita a la Argentina responde a que "ellos consideran sin duda, que es uno de los países con una fuerte política de derechos humanos, de integración, de convivencia y ver en qué podemos colaborar para una solución pacífica de un conflicto que lleva ya mucho tiempo".

En una conferencia de prensa ofrecida tras el encuentro, Saman Khoury, integrante de la delegación palestina, se mostró "muy impresionado por la positiva respuesta que hemos encontrado de parte de las autoridades argentinas en general, y en especial de la Presidenta de la Nación".

Agregó Khoury que "algo que puede ser de mucho valor para nuestros gobiernos y para nosotros mismos, para movilizarnos hacia el objetivo de la paz, es justamente la labor que puede desempeñar el gobierno argentino, su Presidenta, así como la de los países del Mercosur y Unasur en el contexto ampliado de América Latina".

Por su parte, Meir Margalit, del partido Meretz, y miembro del Concejo de la Ciudad de Jerusalén, sostuvo que el proceso de paz "está estancado" y dijo que "necesitamos la ayuda de América Latina", por lo cual "vinimos para pedirles abiertamente a los países latinoamericanos y a la Presidenta argentina que nos ayuden a salir de esta situación".

"Queremos continuar la discusión pero en forma civilizada", dijo y destacó que "ese es el modelo argentino con el cual se solucionaron los problemas en este continente en los últimos años y es por eso que queremos aprender de este modelo".

Basado en esa experiencia, Margalit señaló "por eso una de las propuestas que trajimos es crear un Centro de Resolución de conflictos argentino, basado en el camino recorrido por ustedes en los últimos años".

Participaron además del encuentro el jefe de Gabinete de la cancillería argentina, Antonio Trombetta; Ron Pundak, por la delegación israelí; y Nancy Sadiq, por la delegación palestina.
TELAM

CARTA DE LA HIJA DEL JUEZ GARZON

A los que hoy brindarán con champán


Esta carta está dirigida a todos aquellos que hoy brindarán con champán por la inhabilitación de Baltasar Garzón.
A ustedes, que durante años han vertido insultos y mentiras; a ustedes, que por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo.
A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca derramaremos una sola lágrima por su culpa. No les daremos ese gusto.Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe en esta sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias; por acuerdos de pasillo.
Una Justicia que respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las represalias. Una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer, a pesar de que ahora haya sido mermada. 
Un paso atrás que ustedes achacan a Baltasar pero que no es más que el reflejo de su propia condición.Pero sobre todo, les deseo que este golpe, que ustedes han voceado desde hace años, no se vuelva en contra de nuestra sociedad, por las graves consecuencias que la jurisprudencia sembrada pueda tener.
Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SI está tranquila.

Madrid 9 de febrero de 2012

MARIA GARZON MOLINA

El Reino Unido debería dar el ejemplo


Por José Ramos Horta *

La presidenta de los argentinos hizo un llamado a la responsabilidad institucional y la negociación para terminar con 180 años de ocupación de las islas Malvinas por parte del Reino Unido, y yo, en mi carácter de presidente de la República Democrática de Timor-Leste –primer país descolonizado del siglo XXI–, estudioso de los procesos de descolonización, y Premio Nobel de la Paz de 1996, justamente por la búsqueda de una solución pacífica a la ocupación indonesia de mi tierra, no puedo menos que apoyar su reclamo y el de los millones de argentinos.
Esta solidaridad tiene sus raíces en el derecho internacional, en la racionalidad política moderna y en la lógica que emerge de la necesidad de la construcción de un nuevo orden político internacional más justo, no basado en el poderío militar y económico, sino en la justicia, la solidaridad y la equidad.
El derecho a la libre autodeterminación de los pueblos es reconocido universalmente, pero sin que viole o contradiga el principio de integridad territorial de los países y las naciones.
El pretender que las Malvinas deban ser consideradas parte del Reino Unido por estar habitadas por ingleses –que hasta antes de 1982 ni siquiera tenían derechos ciudadanos plenos, asimilables a los de un habitante de Londres– tiene la misma consistencia legal y lógica que pretender que los habitantes del Barrio Chino de Belgrano, en Buenos Aires, quieran responder políticamente a Beijing o a Taiwan y no a la República Argentina. El derecho a la autodeterminación de los pueblos no fue inventado para grupos étnicos residiendo en un territorio determinado. Los malvinenses pueden seguir siendo ciudadanos ingleses, así como los del Barrio Chino de Buenos Aires seguir siendo chinos, ser respetados en sus culturas y valores, pero residen en un territorio soberano de la República Argentina. Inclusive se puede pensar en un estatuto especial, consensuado, pero que contemple, por sobre todo, la integridad territorial de la Argentina. La España moderna, democrática y del consenso consiguió estatutos autonómicos imaginativos e interesantes para vascos o catalanes, y mantuvo su unidad territorial y nacional.
Una vez más Argentina apela, como lo vino haciendo hace años, a las instituciones de las Naciones Unidas: el Consejo de Seguridad, el Comité de Descolonización e inclusive la Asamblea, donde están representados los Estados soberanos. La guerra de 1982 fue un acto de una dictadura sangrienta que usurpó la democracia y sojuzgó al pueblo por la fuerza. No puede ser tomada como jurisprudencia para negar la apertura de las negociaciones.
El Reino Unido es miembro permanente y con derecho a veto del Consejo de Seguridad y debería dar el ejemplo de cómo resolver conflictos de manera pacífica. Ya lo hizo en la negociación con China por la devolución de Macao y Hong Kong. ¿Por qué no intenta con Argentina una solución negociada como aquélla? ¿Será porque Argentina no tiene el poder militar de China? ¿Será porque Argentina muestra vocación pacífica? ¿O será por el potencial de recursos naturales que tiene la región? Inclusive si así fuera, siempre existe la posibilidad de una solución creativa para el manejo y administración responsable y sustentable de estos recursos.
Desde el punto de vista de los principios, resulta insustentable que antiguas potencias coloniales mantengan territorios en otros países, como es el caso de Gibraltar, Guantánamo o las Malvinas. En el siglo XXI, cuando la totalidad de los países integrantes de las Naciones Unidas sin excepciones nos comprometimos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, donde en el Objetivo número 8 se habla de “Promover una asociación internacional para el desarrollo”, es inadmisible que un país europeo, o de donde fuere, conserve colonias a decenas de miles de kilómetros de distancia, y, en especial, cuando esta presencia se apoya en poderío militar.
* Presidente de la República Democrática de Timor-Leste - Premio Nobel de la Paz 1996.

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martes, 7 de febrero de 2012

El New York Times pide que Garzón “sea absuelto”

CRÍMENES DEL FRANQUISMO


La prensa mundial se hace eco del juicio 
que se le lleva adelante en España al juez 
Baltazar Garzón, quien intentó juzgar a los
responsables de crímenes de lesa humanidad
cometidos durante el franquismo.



Los poderosos enemigos de Garzón ven una oportunidad para poner fin a su carrera.
Mientras el juicio al juez español Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo entró en la recta final, tras concluir la prueba testimonial y documental, a la espera sólo de las conclusiones y el alegato final del magistrado, la prensa internacional se hace eco de la noticia y, como el diario norteamericano, reclaman que sea absuelto.

Así lo pone de manifiesto en un artículo aparecido el fin de semana último en el que, bajo el título “La verdad sobre el juicio en España”, señala que “el Tribunal Supremo español no debería haber aceptado este caso” contra Garzón y por lo tanto “debe absolverlo”, porque los juicios que afrontó el juez contra los crímenes del franquismo son “de lesa humanidad”.

A continuación, el texto completo del artículo:

La verdad sobre el juicio en España

Crímenes terribles fueron cometidos durante y después de guerra civil española de 1936-39, que ningún tribunal ha juzgado. Nadie sabe cuántas personas secuestraron, torturaron y asesinaron. Ahora, uno de los jueces de instrucción más importantes de España, Baltasar Garzón, está siendo juzgado por haberse atrevido a abrir una investigación sobre esas atrocidades.

España es ahora una democracia vibrante, pero el juicio del juez Garzón, iniciado la semana pasada, es un inquietante eco de pensamiento totalitario de la era de Franco. Él enfrenta cargos penales por los que podrían suspenderlo por 20 años por desafiar una amnistía de 1977 promulgada para facilitar la transición a la democracia. (Garzón) considera, con razón, que en virtud del derecho internacional, no puede haber amnistía para los crímenes de lesa humanidad y que las desapariciones no resueltas -miles de fosas comunes han sido abiertas- constituyen un delito continuado.

En 2008, el juez Garzón inició una breve una investigación oficial, ordenando la apertura de 19 fosas comunes y acusar simbólicamente el general Francisco Franco, y varios ex funcionarios, ninguno con vida, por la desaparición de más de 100.000 personas. Un tribunal de apelaciones cerró la investigación. Al año siguiente, dos grupos de extrema derecha querellaron contra el juez por desafiar la amnistía. El fiscal argumentó que ningún crimen se había cometido, pero el Tribunal Supremo aceptó el caso.

Por otra parte, el juez Garzón enfrenta a cargos penales por fallos en otros dos casos de tenor político. No podemos juzgar los méritos de los mismos. Pero la persecución penal de los magistrados por sus resoluciones es poco frecuente en España, y cuestiona la independencia judicial.

El juez Garzón se hizo famoso por sus juicios de los terroristas vascos, torturadores argentinos, el ex dictador de Chile general Augusto Pinochet y políticos españoles. Sus poderosos enemigos ahora ven una oportunidad para poner fin a su carrera.

El juez Garzón es excéntrico y se extralimita a veces, pero perseguirlo por excavar en los crímenes del franquismo es un delito contra la justicia y la historia. El Tribunal Supremo español no debería haber aceptado este caso. Ahora bien, debe absolverlo.

DIARIO REGISTRADO


domingo, 5 de febrero de 2012

Por orden superior

El Vaticano censuró dos libros sobre sexualidad y familia

Uno es de un pastor argentino, otro de un cura español, ambos hablan de pareja y modelos de familia. Por quejas anónimas de conservadores locales llegó la tajante orden de retirarlos de la venta.

Por Washington Uranga
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“Una mezcla de extrañeza, dolor, absurdo, vergüenza... fue lo que sentí”, asegura Andrea Hojman, la directora de la colección Senderos Bíblicos de la editorial católica San Pablo. Es en una carta pública en la que se refiere a la orden dictada por el Vaticano para retirar de la circulación dos libros referidos a temas de sexualidad y diversidad familiar porque “contienen opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia acerca de la sexualidad”.
Los libros son Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto, del pastor metodista argentino Pablo Ferrer, y Sexualidad y condición homosexual en la moral cristiana, del teólogo católico español Marciano Vidal. Fueron publicados en 2010 en Argentina por la editorial católica San Pablo, parte de la Sociedad de San Pablo internacional, una congregación religiosa de nivel mundial cuyo carisma es la comunicación y que tiene librerías en todo el mundo.
En diálogo con Página/12, el autor Ferrer (40) aseguró que su libro forma parte de una colección de “divulgación” que busca aportar a la “reflexión” sobre temas bíblicos (“la lectura bíblica tiene diversidad de interpretaciones”).
Según pudo reconstruir este diario, la mecha se encendió cuando la propia editorial San Pablo publicó el 17 de abril de 2011 en el boletín semanal El Domingo, que se reparte en todas las parroquias del país, un aviso en el que se publicitaba: “Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto. Pablo Manuel Ferrer. Las comunidades cristianas que se expresan en el Nuevo Testamento fueron espacios de búsqueda y debate. La Primera Carta a los Corintios refleja la memoria y las ideas de un grupo de cristianos y cristianas, sus problemas y los modos en los que afrontaron pastoralmente. Un tema fue la forma de vivir en pareja, porque Jesús abrió nuevas posibilidades”. El 29 de mayo El Domingo agregó un anuncio sobre el libro de Marciano Vidal.
Los avisos encendieron los ánimos de algunos grupos ultraconservadores que se autoasignan la responsabilidad de velar por la “ortodoxia” de la moral católica. Son grupos que mantienen contactos directos con el Vaticano. Las denuncias volaron hacia Roma aunque los denunciantes, como ocurre habitualmente, nunca fueron identificados por Roma. El cardenal William Levada, prefecto (máxima autoridad) de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), en carta del 5 de noviembre de 2011 ordenó al superior general (mundial) de San Pablo, el italiano Silvio Sassi, “remediar cuanto antes la situación, que es causa de confusión entre los fieles, e informar a este dicasterio de las medidas que se adopten”.
Ni lerdo ni perezoso, Sassi acató de inmediato la censura vaticana y mediante una carta le ordenó de inmediato al director local, el sacerdote Agustín Cortés García, “retirar los libros de los comercios”, “sacarlos de los catálogos” de la editorial y “prohibir la publicidad en las publicaciones de la Sociedad de San Pablo”. Los libros ya no se consiguen en Argentina, aunque se siguen vendiendo en otros lugares del mundo.
El libro de Marciano Vidal fue editado originalmente en Brasil por la editorial Santuario, la misma que publica la mayoría de los documentos de la Conferencia de los Obispos de ese país. Lleva ya tres ediciones a lo largo de dos años sin que nadie diga nada, lo que parece indicar que en ese país no “causa confusión a la fe de los fieles”.
Para Ferrer, la reacción vaticana respondiendo a las denuncias locales es una respuesta a que el libro expone “la diversidad familiar como un tema central”, porque “no hay un solo modelo de familia y el único modelo no es el de la Sagrada Familia”. Según el autor, “quizás la mayor molestia radica en que esta diversidad familiar se pueda mostrar también en el texto bíblico” para dejar en evidencia “que la familia es una construcción social”.
El pastor Ferrer, profesor en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (Isedet) de Buenos Aires, asegura que lo publicado surgió de un taller bíblico y subraya que “la editorial San Pablo publicó el texto tal cual yo lo había mandado, no me tocaron una coma”. Se sorprende porque los que dictaminaron la censura “nunca justificaron los motivos, nunca hubo una explicación”, pese a lo cual supone que uno de los motivos es que en el libro se sostiene que para el apóstol Pablo “el deseo sexual hay que vivirlo” y, entre cosas, que para el propio Pablo la indisolubilidad del matrimonio “no es un mandato, sino una propuesta”.
En una dura carta de respuesta a la censura, Andrea Hojman, directora de la colección, sostiene que “esta cadena de cartas que llaman al silencio y obligan a la desaparición no hacen más que recordarme los años de terror y oscuridad que vivimos en Argentina durante la última dictadura cívico-militar-religiosa. El aparato del Estado ocupando toda su maquinaria represiva, real y simbólica en el silencio y la desaparición de cuanto consideraba extraño a su doctrina y amenazante de su ‘orden’”.
Y agrega que en este caso se trata de “un aparato de control ideológico capaz de cruzar continentes, persuadir epistolarmente y hacer sentir la autoridad sobre las conciencias”. En el mismo tono afirma que “seguramente quienes detentan el control ideológico de la Iglesia Católica entenderán que sus recursos provienen de parámetros de otro orden, que no coinciden con las democracias civiles y que pretenderán perpetuar los escenarios de doble estándar. Pero en la Argentina, donde se publican estos libros que los incomodan, vivimos en democracia”.
Es posible que, por interés personal y por curiosidad, a usted le interese acceder a los libros. No los busque. Por decisión del Vaticano, en las librerías argentinas no los va a encontrar. Quizás en Brasil.
Las tapas de los libros censurados y la inapelable carta del Superior General de la Sociedad de San Pablo.
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miércoles, 1 de febrero de 2012

Los peores políticos que hemos conocido

POR JEFFREY SACHS POLITOLOGO,


DIRECTOR DEL EARTH INSTITUTE (UNIVERSIDAD DE COLUMBIA)



31/01/12
Por qué la conducción política es tan mala en tantos lugares al mismo tiempo ? Ante el alto desempleo, la creciente desigualdad y la amenaza de los déficits de presupuesto, casi todos los gobiernos están paralizados, avasallados por poderosos intereses.
Wall Street, la City de Londres, los bancos de Fráncfort y otros lobbies empresariales tienen a la política en un puño e impiden un cambio efectivo. Las tasas de los impuestos a los ingresos más altos se mantienen bajas; los bancos siguen subcapitalizados y subregulados; y necesarias inversiones en educación, calificación para el trabajo y desarrollo de la infraestructura son reducidas drásticamente como respuesta a las presiones presupuestarias.
Los políticos actuales están muy por debajo de lo que exigen las circunstancias. Los grupos de intereses especiales escriben los libretos, pero esos libretos resultan imposibles de poner en escena.
Todas las cumbres europeas de los últimos dos años no sólo han fracasado políticamente sino también técnicamente. Las recetas que propone la canciller alemana Angela Merkel están mal elaboradas y diseñadas y son imposibles de implementar. El euro está siendo aniquilado no sólo por la política sino también por la incompetencia.
El proceso de gobernar se ha reducido a pronunciar frases efectistas.
En los EE.UU., el gobierno de Obama no ha elaborado ningún documento de política importante en campos clave: el presupuesto, el sistema tributario, la energía, el clima, la regulación financiera, la atención sanitaria o la pobreza.
Las políticas y las leyes se deciden a puertas cerradas en recintos donde se imponen los lobbistas y los negociadores . Se hace política con regateos entre grupos de interés, no con la razón, los conocimientos y la deliberación democrática.
Los procesos de la Unión Europea son igualmente grotescos.
La unión entera espera la palabra de un solo miembro, Alemania, cuya lógica política a su vez refleja una mezcla de estrés postraumático, política de coalición, bancos poderosos pero debilitados y políticos aficionados.
Unos pocos países, como las socialdemocracias del norte de Europa, tienen la cabeza fuera del agua , al menos por ahora. Son estables porque las políticas gubernamentales mantienen baja la desigualdad de ingresos y la pobreza.
La redistribución del ingreso hacia los pobres y la red de seguridad social son sólidas.
La recaudación de impuestos es abundante y los presupuestos están en equilibrio o tienen superávit. Hasta estos países coquetearon con la desregulación financiera en la década de 1990, pero pagaron un alto precio y luego pusieron sus sectores bancarios otra vez bajo control. Su estricta regulación financiera les ha sido muy útil en la última década.
¿Entonces qué podemos aprender de los pocos casos exitosos ? Primero, las sociedades funcionan bien sólo cuando sus ciudadanos las consideran razonablemente justas . Segundo, eléxito económico requiere más inversión pública en educación, infraestructura, energía, calificación para el trabajo y otros campos. Tercero, se necesita una acción política más experimentada.
Necesitamos urgentemente que los gobiernos de los EE.UU. y Europa vuelvan a funcionar, no por el bien de los políticos sino por el nuestro.
Copyright The Guardian, 2012. Traducción: Elisa Carnelli. CLARIN