sábado, 28 de septiembre de 2013

Desde Bonn, Alemania

Rosa y Angela

Por Osvaldo Bayer
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En la historia alemana existen miles de mujeres que lucharon por un mundo mejor y más justo. Muchas de ellas pagaron con su vida por sostener estas luchas. En nombre de todas las que cayeron, menciono a una: Rosa Luxemburgo, asesinada por los que no querían ningún cambio en la sociedad. Y todos los años, cuando se recuerda su muerte, concurren miles de personas al acto en Berlín. Hoy hay otra mujer en la escena alemana, todo lo contrario a Rosa Luxemburgo. Angela Merkel, del Partido Demócrata Cristiano, conservadora, con una actitud suave de madre para todos que se ha ganado la máxima escala del poder en Alemania. Por ejemplo, ahora, todo el mundo se apresuró a dar como un gran triunfo de Angela Merkel el haber ganado las elecciones del pasado domingo. Se la aplaudió por su condición de mujer y porque gracias a su política más bien conservadora ha llegado a ocupar tan alta posición una vez más en el gobierno alemán.
Pero en esto no se ha tenido en cuenta que por la línea seguida en el período preelectoral perdería en forma tan desastrosa a su aliado de siempre, el Partido Liberal, que no pudo llegar al 5 por ciento de los votos, valla fundamental en el Parlamento alemán. Ese partido quedó, de hecho, sin representación. Y Angela Merkel obtuvo la primera minoría, como siempre, y debe ahora buscar un aliado que la ayude a tener la mayoría exigida para ser primera ministra.
Y esta pérdida de los liberales se debió a la táctica aplicada por la Merkel en el período preeleccionario. Se equivocó en su estrategia. Porque los liberales hicieron su campaña electoral con el siguiente principio: “Ciudadano, usted tiene dos votos; dedique el primero a Angela Merkel y el segundo, al Partido Liberal”. De inmediato salió la Merkel a rebatir ese método de sus aliados de siempre, señalando que los dos votos debían ser para su partido, el Demócrata Cristiano. Sí: con esa táctica, la Merkel obtuvo más votos, pero no llegó al 50 por ciento, y sus aliados –los liberales– se quedaron totalmente afuera, sin representación. Y aquí viene el problema: ahora, la Merkel para llegar al poder necesita los votos de los representantes de los otros partidos que sí obtuvieron más del 5 por ciento. Y son todos partidos de la oposición: la socialdemocracia (socialistas), los verdes (ecologistas) y el Partido de la Izquierda (formado por los antiguos comunistas de la Alemania oriental). Y justo la mayoría de votantes de este último partido dieron su primer voto a la socialdemocracia para que llegara a superar a la democracia cristiana. No lo logró, pero sí aumentó sus votos. Si la Merkel hubiera adoptado esa misma táctica, es posible que los liberales habrían llegado, sin ninguna duda, a superar el 5 por ciento, mínimo para tener representación. Una actitud del partido ganador que lo ha puesto ahora en una posición difícil, ya que para aspirar al gobierno tiene que aliarse a uno de los tres partidos que superaron la barrera del 5 por ciento, todos de izquierda.
Justamente ahora, que estoy escribiendo esta nota, se ha reunido el consejo del Partido Socialdemócrata para tratar si participa o no del gobierno con la derecha, la democracia cristiana. Se discute, sí, pero por ahora no se llegará a una determinación.
Creemos que sí, que al final se logrará un gobierno entre dos partidos antagónicos. Pero le resultará caro a la Merkel, que tendrá que otorgar ministerios fundamentales a los socialistas. Más aún: éstos tomaron como acción fundamental aumentar los impuestos. Esto, por supuesto, perjudicaría las grandes fortunas y a los ejecutivos de las empresas internacionales, algo que la democracia cristiana no está dispuesta a llevar a cabo. Además está Europa a la espera, que se queja de la política disciplinaria que ha impuesto la Merkel, mientras la socialdemocracia proyecta una política de más solidaridad con los países europeos en crisis.
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Otro problema que debe encarar el gobierno de Angela Merkel es el de los desocupados, que llegan a un número que oscila los tres millones. Si bien cobran el “seguro” de desocupación, es muy poco, y lo que quiere la gente es trabajar. Un hueso duro de roer. Uno de los flancos más débiles del sistema.
Días agitados tendrá Alemania en la semana que se inicia. Decíamos que la democracia cristiana puede gobernar con la participación de los socialdemócratas (socialistas) o de los verdes (ecologistas). En general, hasta ahora estos dos partidos se han mostrado reacios a cogobernar con la derecha. Están convencidos de que van a ser “usados”. Y esto les resultaría negativo para el futuro. Es más: en los verdes (que perdieron votos en esta última elección) han renunciado todos sus directivos y se va a producir un cambio. Hasta ahora, el partido gobernante no ha hecho ninguna concesión a los dos partidos que necesita para cogobernar.
Las variantes pueden ser: un gobierno de la democracia cristiana en minoría, sin aliados. Muy difícil de llevar a cabo: terminaría sólo en una administración de lo que se tiene, sin pensar en el futuro. No es una solución. O una coalición con los verdes. Pero éstos, en su campaña, han elegido drásticas reformas en la producción de energía, y el respeto a los bosques y las fuentes acuíferas. Por otra parte, para participar en un cogobierno los socialistas exigen, como hemos dicho, un aumento de impuestos a las grandes fortunas y a los altos sueldos. Y ya en esto, el actual ministro de Economía (democristiano) ha dejado una puerta abierta (“podría ser”).
Alemania, tal vez en la actualidad y siendo la mejor nación organizada de Europa, enfrenta este gran problema político interno. Es posible que en las próximas semanas se intenten todas las variantes que hemos descripto o tal vez este período de indecisión termine en nuevas elecciones que arrojen resultados más definitivos.
Vemos esto en Alemania y pensamos otra vez en el mundo. Sí, después de tantos siglos, la humanidad no ha encontrado un camino definitivo hacia la paz interior y hacia la dignidad. Después de tantas experiencias, no hemos sido capaces de derrotar definitivamente el hambre en el mundo. (Las últimas informaciones acerca del trabajo a que son sometidos millones de niños con horarios increíbles, principalmente en Asia y Africa, nos hacen avergonzar.)
Cuánto tiempo se pierde en la política menuda... ¿Alguna vez un congreso mundial nos llamará a todos para que acabemos con las discusiones sobre poder y tratemos de unirnos para resolver cómo acabamos con el hambre en el mundo, cómo enterramos para siempre las armas, cuándo saldremos de las diferencias religiosas, cuándo terminaremos con las discusiones de diferencias políticas? ¿Alguna vez aplaudiremos más la figura de aquella Rosa Luxemburgo y despediremos con una sonrisa a la señora Angela Merkel, tan cuidadosa de que no se baje ningún cuadro de algún político llamado conservador?
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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cristina en la Asamblea General de la ONU

NUEVA YORK, ONU



Cristina, ante la Asamblea de la ONU: “No hay guerra justa, lo único justo es la paz”

La Presidenta se refirió así a la situación en Siria. Además, afirmó que el Gobierno quiere respuestas sobre el atentado a la AMIA. “No tenemos miedo de ir a Teherán”, enfatizó. La jefa de Estado brindó su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Durante su discurso, la Presidenta remarcó también la necesidad de buscar todos los mecanismo necesario para buscar la paz y resaltó que "no hay guerras justas, lo único justo es la paz".

Cristina comenzó con un mensaje de solidaridad con las víctimas de los atentados en Kenia "y en general con todas las víctimas de los atentados terroristas".   

"Lo nuestro no es protocolar, nuestro país, junto a los Estados Unidos, son los dos únicos del continente que han sufrido ataques", al mencionar los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA.

Al referirse al conflicto sirio, señaló que cuando estuvo presidiendo el Consejo de Seguridad, propuso reformas a ese organismo "porque su función databa de la posguerra, de la guerra fría y el temor al holocausto nuclear".

"Este temor se ha demostrado obsoleto, no solo frente a Siria, sino también ante otros frentes contra la paz", destacó.
La Presidenta remarcó la necesidad de que en el Consejo de Seguridad no exista derecho a veto y puso como ejemplo la Unasur y el Mercosur donde "las decisiones se toman por consenso".

Cristina dijo que resulta "incomprensible" que "se hayan dado cuenta" hace poco tiempo de la crisis en Siria cuando ésta lleva más de dos años y medio con "150 mil muertos, donde el 99,99 por ciento murió por armas convencionales y no químicas" y se preguntó: "Qué diferencia hay entre un muerto por armas químicas o por metralla"?

En ese contexto, mencionó las cámaras de gas del nazismo, el holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki, el napalm en Vietnam y el dolor de la sociedad norteamericana cuando llegaban los cadáveres de sus soldados.

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Saludó el alcuerdo sobre Siria y resaltó que "nos opusimos al bombardeo".

En ese sentido, afirmó que Argentina "es respetuosa de las normas escritas del derecho internacional" y al indicar que el país tiene uno de los mayores desarrollos nucleares de América latina para fines pacíficos repasó los tratados sobre no proliferación de armas nucleares que firmó.  

En contraposición, dijo que el Reino Unido, que no cumple con las resoluciones de Naciones Unidas para sentarse a dialogar sobre la soberanía de las Islas Malvinas "militariza el Atlántico Sur y envía submarinos nucleares".

Al abordar el tema de los derechos humanos y los discursos contra dictadores que se pronuncian en ese sentido, dijo que "nos hubieran gustado esos discursos" cuando se dieron los golpes militares contra Salvador Allende, en Chile, o sobre la dictadura genocida de la Argentina.

La Presidenta señaló que se debe "acabar con el doble estandard" y que "las decisiones de Naciones Unidas se cumplan para los débiles y para los fuertes". 

La Presidenta mencionó las expectativas que se abrieron con el nuevo gobierno iraní y las posibilidades de apertura en ese país.

"Desde hace diez años, Néstor Kirchner reclamó en este recinto cooperación a Irán" para juzgar a los culpables por el atentado a la AMIA.

Al respecto, dijo que un posible acuerdo con Irán "fue utilizado en nuestro país para atacarnos y también por los fondos buitre para ponernos en contra del Congreso norteamericano".

"Simplemente el acuerdo es para destrabar la cuestión procesal y permitir tomar declaraciones a los acusados. En mi país ese tratado fue aprobado hace nueve meses y ahora queremos que nos digan si (la parte iraní) ha aprobado el acuerdo o cuándo se va a aprobar".

No obstante, dijo que "no se confunda nuestra paciencia con ingenuidad o estupidez".

En un tramo de su discurso, y volviendo al tema de Siria, se preguntó que "sería interesante conocer quién provee de armas a los rebeldes que enfrentan al gobierno sirio".   

Al abordar el tema de los fondos buitre, la Presidenta dijo que "somos víctimas seriales de los lobbistas que especulan sobre los países que caen en default. Esta es la historia de la Argentina, pero puede ser la historia de otros países en cualquier momento".

Recordó la reestructuración de la deuda argentina con los bonistas, que alcanzó al 93 por ciento de éstos, y el pago en término que hace el país en cada vencimiento.

"Hete aquí que los fondos buitre, dije que esta Asamblea iba a estar marcada por halcones de la guerra y fondos buitre, pretenden cobrar por afuera de acreedores la totalidad sin quita, ni espera", indicó.

Por último, la presidenta se refirió a las frases pronuncidas por el secretario general de la ONU sobre convertir "la esperanza en acción, con pasión pero sobre todo con compasión para construir el futuro".

"Pasión por la esperanza y compasión por los que menos tienen, los más vulnerables, los que sufren las guerras, la miseria y la pobreza", afirmó, y en ese sentido recordó las palabras del Papa Francisco.

Cristina llegó a la sede de la ONU acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.

También estuvieron las embajadoras María Cristina Perceval (ONU) y Cecilia Nahon (EEUU) y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, además de familiares de las víctimas del atentado a la AMIA.

La mandataria llegó con anticipación a su discurso para escuchar la ponencia de su par uruguayo, José Mujica, quien le retribuyó el gesto quedándose en la sede de la ONU para escuchar el discurso de Cristina.

A su vez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, asistió al discurso de los mandatarios de Argentina y Uruguay.

TELAM

martes, 24 de septiembre de 2013

ELECCIONES 2013


“Los deseos de octubre” - De Lacan a Lanata

Contra todo lo sostenido por el deseo de 

analistas y medios de la opo acerca de la “gran 

derrota kirchnerista”, es obvio que tras las 

elecciones de medio mandato el FPV seguirá 

siendo primera minoría nacional a una 

distancia récord para elecciones parlamentarias 

respecto a la segunda minoría y en materia 

parlamentaria conservará el quórum y hasta 

ganará bancas en diputados
Artemio López

ARTEMIO LÓPEZ

"Lo obvio suele pasar desapercibido
precisamente por obvio"
Jacques Lacan


Sobre la base estructural del resultado que mostraron las elecciones primarias, simultáneas, abiertas y obligatorias (PASO), de cara a  las elecciones de medio mandato del 27 de octubre, todo indica que matemáticamente el Frente para la Victoria ampliaría su bloque en la Cámara de Diputados y perdería una o dos bancas en el Senado.

De los 127 escaños que se renuevan en la cámara Baja, el FPV pone en juego 37 de su propio bloque. Todo indica que el 27 de octubre próximo, el oficialismo lograría mantener las bancas que pone en juego y sumar dos más, lo que le permitiría llegar a las 117 bancas propias sin contar los aliados.

Con los siete aliados que renovarían sus bancas (3 del Movimiento Popular Neuquino, 3 del Frente Cívico de Santiago del Estero y 1 del Frente Renovador de Misiones), sumaría 46 y estaría en condiciones matemáticas de mantener el quórum.
"Todo indica que matemáticamente el Frente para la Victoria ampliaría su bloque en la Cámara de Diputados y perdería una o dos bancas en el Senado."

Un panorama completo muestra que las 127 bancas que se renuevan en octubre en Diputados se repartirían de la siguiente manera:

-Frente para la Victoria: 39
-Frente Renovador: 14
-Frente Progresista Cívico y Social: 9
-UCR: 9
-UNEN: 6
-Unión PRO: 5
-Unión por Córdoba, Unidos por la Libertad y el Trabajo, Compromiso Federal: 4 cada una

El resto de las bancas se distribuye entre fuerzas provinciales, que buscarán alianzas en el Congreso con los distintos partidos más fuertes.

De esta forma, el oficialismo matemáticamente renovaría con leve ventaja las bancas de diputados que pone en juego, mientras que la variopinta oposición va a tener que hacer un fuerte esfuerzo de alianzas (ya fracasado en el año 2009) para intentar modificar la correlación de fuerzas que existe actualmente en la Cámara baja.

Por otra parte, de las 24 bancas que se renovarán este año en la Cámara Alta, el oficialismo pone en juego 12 y estaría obteniendo 10 según las PASO, por lo que perdería dos plazas aunque la correlación de fuerzas no sufrirá modificaciones.

Sin embargo, en esta proyección estricta de los resultados según las PASO no se considera que la banca de Daniel Filmus correspondiente a Senador por la Capital es muy probable que en octubre el oficialismo la retenga, por el corte de boleta que impactará sobre el candidato conservador populista Fernando Solanas del UNEN, por lo que el FPV solo perderá una banca en senadores.*
Un panorama completo de las 24 bancas renovadas en el Senado muestra que tras las elecciones de octubre se distribuirían de la siguiente manera:

-Frente para la Victoria: 10 u 11
-Frente Cívico por Santiago: 2
-Unen: 1 o 2
- Movimiento Popular Neuquino: 2
-Alianza Unión por Entre Ríos, Frente Popular (Santiago del Estero), Frente Popular Salteño, Compromiso Cívico Neuquino, Unión por Chaco, Unión PRO, Movimiento Popular Fueguino y UCR: 1 banca cada uno.

La dinámica de la renovación de bancas está dada porque los escaños que se renuevan en el Senado son los obtenidos en el año 2007, cuando de la mano de la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, el efecto arrastre fue mayor ya que se accedió al 46% de los votos.

Diputados renueva las bancas obtenidas en el año 2009, cuando el Frente para la Victoria no tuvo una buena elección nacional con el 31% de los votos.

Por este motivo, en Diputados el FPV podría sumar más bancas propias aunque en las elecciones generales de octubre aunque perdería aliados y seguiría -como ocurrió en las últimas sesiones- con quórum propio, aunque estricto.

El FPV cuenta actualmente con 111 bancas propias a las que se le agregan unos veinte aliados. 

En la renovación parlamentaria pone en juego 34 pero se estima según las PASO que obtendría 39, con lo que el bloque que liderará Juliana Di Tullio ascendería a 116.

En cuanto a los aliados se cuentan Nuevo Encuentro, el Frente Cívico por Santiago del Estero, el misionero Frente de la Concordia, y una parte del justicialismo pampeano, entre otros. La gran pérdida fue la derrota del sector oficialista del Movimiento Popular Neuquino (MPN), que quedó en manos del sindicalista Guillermo Pereyra, cercano a Hugo Moyano. De repetirse los guarismos de las PASO, renovarían unos 8 o 9, lo que sumado a otros 8, dejaría al kirchnerismo algunos legisladores por sobre el quórum de 127.

Por el lado de la fragmentada oposición, el radicalismo continuará como la segunda fuerza de la Cámara baja. En octubre pondrá en juego 25 de las 40 bancas que posee, en las PASO sumó entre cinco y seis bancas, con lo que pasaría a contar con 45 o 46 escaños desde diciembre próximo si fundamentalmente Stolbizer resiste la tracción de votos del FR Bonaerense, como todo parece indicarlo.

A nivel de interbloques, la tercera fuerza en Diputados será el peronismo no kirchnerista, que cuenta con múltiples alternativas que difícilmente confluyan ( ya sucedió en el año 2009) , y luego se ubicará el Frente Amplio Progresista, que lidera Hermes Binner cuya confluencia con la UCR probablemente dependa de los temas a tratar y no por acuerdos interbloques.

A nivel nacional, el Frente para la Victoria (FPV) obtenía en las PASO el 26,31 por ciento de los votos para Diputados, lo que lo convierte en la primera minoría nacional. Para esa categoría, el FPV logró 5.912.141 votos.  En segundo término se ubicó por el Frente Renovador con 3.041.969 sufragios (13,54 por ciento), el Frente Progresista Cívico y Social tercero con 1.858.933 (8,27 por ciento) y la Unión Cívica Radical en cuarto lugar con 1.290.867 (5,74 por ciento).

Les siguen el frente Unidos por la Libertad y el Trabajo con 915.024 votos que seguramente habrá de caer representando el 4,07 por ciento del padrón total; y Unión PRO con 749.098 sufragios (3,33 por ciento) que probablemente dispute a nivel nacional con Unidos por la Libertad y el Partido Obrero el cuarto lugar a nivel nacional.

En otras palabras contra todo lo señalado por analistas y medios opositores el FpV continúa en posición de primera minoría nacional, a una distancia de la segunda minoría equivalente a la cantidad total de votos de obtenidos por la segunda fuerza que, a diferencia de octubre de 2011 donde el FAP obtuviera 17% de votos, esta vez el FR, segundo en las PASO, obtuvo el 13% de los sufragios profundizando la fragmentación opositora que no logra resolverse desde el año 2003......

*El subrayado es mio

TELAM

lunes, 23 de septiembre de 2013

EL EX JUEZ ESPAÑOL BALTASAR GARZON ANALIZA EL FALLO ARGENTINO SOBRE LOS CRIMENES DEL FRANQUISMO


“Se abre una puerta a la esperanza”

Su intento de juzgar a los criminales franquistas en su país le valió una campaña que terminó con su cargo. Dice que el fallo de Servini de Cubría “es reparador para las víctimas” y advierte que “la huella del franquismo está todavía muy metida en la sociedad española”.

Por Victoria Ginzberg
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El despacho es provisorio, prestado. En las paredes hay un par de cuadros abstractos, una pequeña foto de Néstor Kirchner y un mapa de los pueblos originarios de la Argentina. En la puerta, un cartel indica que se trata del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos bajo el auspicio de Unesco. El organismo que preside Baltasar Garzón tendrá su lugar propio dentro del Espacio para la Memoria, pero por el momento ocupa algunas oficinas del Archivo de la Memoria, en el mismo predio, en la ex ESMA. Como en una historia circular o un juego de espejos, el ex juez trabaja en el predio en el que funcionó el centro clandestino que investigó mientras llevaba adelante en Madrid la pesquisa por los delitos cometidos por los represores argentinos. Y ahora, en la Argentina avanza una causa por los crímenes del franquismo, ante la imposibilidad de hacerlo en España. Garzón sabe de esa dificultad. Su intento de dar una respuesta judicial a las víctimas de su propio país, como había hecho con las argentinas y chilenas, fue el inicio de una avanzada en su contra que terminó con su destitución. Por eso dice que con el fallo de la jueza María Servini de Cubría, que ordenó la captura de cuatro ex policías españoles, “se abre una puerta a la esperanza” y que “el principio de jurisdicción universal es un reducto contra la impunidad”. Analiza las dificultades sociales y políticas que no permiten a España saldar cuentas con su pasado, los obstáculos para terminar con los resabios de una dictadura que duró cuarenta años y pide una Comisión de la Verdad, que al menos permita reparar en parte a los afectados.
–En términos jurídicos, ¿qué le pareció el fallo de la jueza María Servini de Cubría sobre los crímenes del franquismo?
–Ha habido una investigación, se han ido acumulando elementos probatorios, indicios, y la juez ha considerado que en ese momento había ya suficientes como para hacer una calificación jurídico-penal provisional y en base a ella imputarles la participación a cuatro personas de las cuales se comprobó que dos están fallecidas, pero las otras dos no. Lo importante es la calificación de crímenes de lesa humanidad. Recoge el planteamiento que en España mantuvimos yo y algunos magistrados de la Audiencia Nacional acerca de que estábamos frente a crímenes de lesa humanidad o en el contexto de crímenes contra la humanidad. El hecho de que se refiera por el momento a dos personas vivas no significa más que se privilegió esa información y se recolectaron pruebas contra esas personas. La calificación de crímenes de lesa humanidad deja abierta la puerta. Ante cualquier víctima que quiera apersonarse, impulsar y aportar elementos de prueba, pueden producirse otras imputaciones de personas que fueran ejecutores materiales o intelectuales. Ya se está produciendo un apoyo mayor a las organizaciones querellantes. Hace unas semanas se constituyó una plataforma de apoyo a las querellas. La calificación de crímenes de lesa humanidad contextualiza lo que ocurrió desde 1936 en adelante en el régimen franquista en España.
–¿Los tribunales superiores en España no habían acordado con esa calificación? Ya que le aplicaron la Ley de Amnistía...
–En España yo conceptué como crímenes de lesa humanidad. Tres de los magistrados hicieron un voto particular cuando se anularon mis decisiones y dijeron que se trataba de crímenes de lesa humanidad, incluso de genocidio, en algún caso. Dos de los juzgados que suscitaron el conflicto de competencia también los calificaron como crímenes de lesa humanidad y genocidio. Otros juzgados ni siquiera comenzaron la investigación porque el Tribunal Supremo, en marzo del año pasado, dictó una resolución diciendo que no podía investigarse ningún hecho criminal de este tipo porque habían prescripto y había una ley de amnistía. Es decir, no le reconoce el carácter de lesa humanidad.
–Pero cuando usted hizo la investigación en España sobre la Argentina, el Tribunal Supremo avaló y dijo que sí eran delitos de lesa humanidad. ¿Por qué los delitos similares cometidos en España no lo serían?
–El tribunal había dicho que fue en un contexto de crímenes contra la humanidad. Pues lo que ha hecho el tribunal supremo, sobre todo en la sentencia en la que a mí me absuelven, es desdecirse de esa teoría y decir que en el caso español no lo habíamos entendido bien.
–Pero los delitos son similares.
–Claro. Incluso con más contundencia en España. Y en la época en la que se cometen ya había precedentes internacionales de que la calificación es la de crímenes de lesa humanidad. Lo que ha ocurrido es que el Tribunal Supremo no ha querido investigar, no ha querido que se investigara y ha establecido un manto de impunidad absoluto respecto de todo lo que fue el franquismo.
–¿Por qué es tan difícil social y políticamente en España juzgar estos crímenes?
–Cuarenta años de dictadura pesan mucho. Después hubo una transición que se basó en el olvido y la impunidad, se miró hacia adelante, se creyó que era más importante el futuro sin tener en cuenta la reconstrucción del pasado o estableciendo el olvido oficialmente, y eso durante toda la democracia no ha querido tocarse. Cuando en el año 2000 comienzan las víctimas a pedir que se exhumaran los primeros cadáveres, muy pocas autoridades políticas estuvieron en esa línea: en alguna comunidad autónoma, como País Vasco, Cataluña, Andalucía... Pero no hubo una política de Estado ni desde el socialismo ni mucho menos desde el Partido Popular para que hubiera un reconocimiento integral de las víctimas, desde la verdad, desde la Justicia y desde la reparación. La ley que se llama de Memoria Histórica, de 2006, es muy corta. No ha habido nunca interés. La huella del franquismo está todavía muy metida en las entrañas de la sociedad española. No mucha gente va a reconocer eso, pero es la realidad. Si más de setenta años después de la guerra civil no somos capaces de asumir una investigación de esos hechos... Ahora estamos pidiendo una Comisión de la Verdad y oficialmente la cuestionan, ¿qué vamos a hacer? ¿Cuándo vamos a saber en España lo que ocurrió? Porque no hay, como ha sucedido en la Argentina, ni comisiones de la verdad, ni investigaciones judiciales ni de otro tipo. No ha habido nada. Esta mañana, en este espacio de la ex Esma estaba hablando por teléfono y paseaba y veía colegios, cursos completos de niños y de niñas con su uniforme blanco y venían a recibir información sobre lo que sucedió en la dictadura. Eso en España no ha existido, tenemos un vacío tremendo y es difícil explicar por qué es así. Y que cuando se intentó hacer algo la respuesta fue brutal: cerrarlo, suspender al juez y abrirle un procedimiento penal y al final decir “nunca jamás se va a tocar esto”.
–Para que pase lo que pasa acá, un aporte grande fueron las investigaciones que se hicieron en España y otros países. ¿El fallo argentino puede servir también así allí, al revés?
–Ojalá que sí. La historia se repite. Una fiscal compañera mía, Dolores Delgado, dice que la jurisdicción universal es un mecanismo de ida y vuelta. En 1996 iniciamos esas investigaciones respecto de la Argentina cuando aquí no se podía, por la vigencia de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Luego en 2003, cuando Néstor Kirchner toma la decisión de que ese período políticamente tiene que acabar y el Poder Judicial tiene que tomar su responsabilidad como correspondía, nosotros colaboramos devolviendo esas investigaciones, pero también juzgando a (Adolfo) Scilingo allá. Ahora nos encontramos exactamente en la misma posición. En España se inicia la investigación, se corta de raíz por el Tribunal Supremo y aquí se inicia y ahora se abre una puerta a la esperanza, al reconocimiento a las víctimas. El principio de jurisdicción universal siempre es ese reducto contra la impunidad. No sé si vamos a llegar a tiempo, pero la decisión de la juez argentina de librar órdenes de detención ya es reparadora, como lo fue cuando yo el 16 de octubre de 2008 en España dicté una resolución en la que decía que “los crímenes franquistas son crímenes de lesa humanidad”.
–¿Es probable que ahora se sumen nuevos familiares, querellantes? Cuando fue la investigación en España sobre el terrorismo de Estado argentino empezó despacio, pero cuando se vio que era en serio hubo una avalancha de presentaciones.
–Claro. En el momento en que se percibió que iba en serio, que no era un brindis al sol o algo muy voluntarista, como decían algunos, sino que prendió en las instituciones, que hubo órdenes de captura, que ocurrió lo de Scilingo, la detención de (el dictador Augusto) Pinochet, se fueron sumando. Como ahora está sucediendo aquí. Cuando se inició la acción aquí, muchos decían “eso no va a ir a ningún sitio”. Y sin embargo ya tenemos órdenes de detención. Ya se ha creado una plataforma de apoyo a estas querellas. Y estamos tratando de que vengan más testimonios, que pueden referirse a personas concretas, y como se ha tomado esta decisión se deberán tomar las siguientes.
–Más allá de lo jurídico, ¿el fallo fue una reparación para usted en términos personales?
–Lo siento como que no todo está perdido. La situación me produjo mucha tristeza. No por mí, incluso no porque me suspendieran. No me importó la suspensión como no me importó el enjuiciamiento, porque quedó claro que todo era una falsa construcción, pero al menos sirvió para concientizar. El único espacio judicial en el que se ha oído a las víctimas del franquismo fue mi juicio. Varias víctimas del franquismo concurrieron al Tribunal Supremo y contaron su historia y tuvieron que ser oídas por los siete magistrados. Eso ya fue una reparación. Que ahora una jurisdicción distinta, la de Argentina, tome una decisión que diga que los crímenes ocurridos durante la dictadura franquista son crímenes de lesa humanidad y además ordena la detención de personas, es reparador para las víctimas y de alguna forma recompensador para mí.
–En relación con las transiciones, aquí tuvimos el Juicio a las Juntas y un movimiento de derechos humanos muy activo...
–Ocurre que en España se eliminó toda posibilidad de ese movimiento. La dictadura fue de casi cuarenta años. El contrapunto de juicio posible al de las Juntas fue el del golpe de Estado que hubo en España. Hubo juicio contra militares porque intentaron alzarse cuando invadieron el Congreso de los Diputados. Pero ese hecho fue contundente también para que el incipiente movimiento de asociaciones quedara totalmente eliminado, porque el miedo después de 40 años fue mucho. Fue una dictadura atroz, que hasta último momento –hasta dos meses antes de morirse el dictador– se mostró como era, con las cinco penas de muerte finales en septiembre de 1975. Fue un régimen durísimo. Y las víctimas, cuando iban a iniciar... viene el golpe de Estado. Cuando iban a continuar, nadie las apoyaba. Y cuando el Tribunal Supremo les preguntaba en mi juicio “¿ustedes por qué no hicieron nada?.” Una persona con ochenta y tantos años decía “porque teníamos miedo”, “teníamos pánico, creíamos que de nuevo nos iban a hacer lo mismo”. Aquí, en Argentina, fue de 1976 al ’83, muy cruento, pero se acabó, y en España duró 40 años. Todavía hoy hay personas muy mayores a las que les hablas del franquismo y sientes que tienen miedo, no están tranquilos y nunca lo van a estar.
–Además aquí tuvimos la guerra de Malvinas y los militares se fueron por la puerta chica. Por eso también la transición argentina fue diferente de la chilena.
–Absolutamente. Hubo reacción judicial, el juicio a las juntas fue memorable. Después se suspenden los juicios por razones complejas, pero llega un momento en que, aun apoyándose en la investigación en España, hubo una decisión política poderosa de que no podía ser ésa la historia de la Argentina en adelante. Y se abrió un espacio que es único en el mundo, donde la Justicia, con todas las garantías, está diciendo lo que no dijo ni la dejaron decir en su momento. Esa es la gran diferencia incluso con Chile, donde se va atenuando la respuesta judicial en este momento. En cambio en Argentina se va acrecentando. Eso la convierte en el único ejemplo mundial. En España es muy difícil que eso pueda ocurrir. Por eso estamos peleando por una Comisión por la Verdad.
–¿Cómo sería esta Comisión?
–Hay muchas formas. Me atrevería a decir que tiene que ser por regiones, por lugares donde se produjeron los hechos y luego con un conjunto hacia arriba, una Comisión Nacional que valorara todas esas situaciones, tanto de las víctimas vivas como de los victimarios. Creo que debe haber obligación de comparecer ante la misma y con responsabilidades penales si no se lo hiciera. Con apertura de archivos.
–Algo a lo sudafricano.
–Sí. En la medida en que es posible. Hay muchas personas muertas, pero si seguimos esperando ya no va a haber nadie.
–¿Es posible que España haga lugar a los pedidos de Servini o es casi imposible?
–Tienen obligación de hacerlo. El convenio de asistencia judicial y de extradición entre España y Argentina está ahí. O bien lo denuncian y no lo aplican, que es lo que hizo (Carlos) Menem en 1997, que dictó un decreto presidencial para no colaborar conmigo, que luego derogó Kirchner, o lo tienen que cumplir. Me resultaría muy llamativo que el presidente del gobierno español o el ministro de Justicia decidan no cumplir. Es a los jueces a los que tiene que presentarse el pedido de Servini. Habrá un juez de la Audiencia Nacional que recibirá esa orden y se iniciará el proceso de extradición. Tendría que ser el juez el que decida. Si no fuera así, el gobierno interfiere y probablemente sería un escándalo nacional e internacional. Estarían repitiendo lo mismo que hizo Menem.
–Es como un espejo.
–Pero un espejo de lo malo.
–¿Qué se puede hacer para evitarlo?
–La sociedad civil organizada se está moviendo. La semana que viene en España comienza la visita del grupo de la ONU de detenciones masivas arbitrarias y desapariciones forzadas de personas. Se van a entrevistar con el gobierno, con fiscales, y estamos planteando informarles para que conozcan realmente el alcance de la impunidad de los crímenes franquistas que están vivos al día de hoy. El Comité de Naciones Unidas de Desaparición Forzada de Personas examina a España en noviembre, en Ginebra. Ahí también vamos a estar y vamos a exigirle a España que diga qué es lo que está haciendo por la investigación de esos crímenes. Creo que la resolución de la juez Servini de Cubría ha llegado en el momento adecuado porque en España se ha iniciado la campaña a favor de la Comisión por la Verdad y se va a recibir a la ONU. Todo ello contribuye y ya es reparador para las víctimas. Parecía que en 2008 se cerraba la investigación, pero cinco años después estamos batallando.
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sábado, 14 de septiembre de 2013

Por Osvaldo Bayer

Historias del horror


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El presidente de Alemania, Joachim Gauck, y de Francia, François Hollande, en el cementerio de Oradour.
Desde Bonn, Alemania

Hay hechos que avergüenzan a la humanidad y hay otros que hacen nacer esperanzas. Lo que en estos días ocurrió en Francia es un ejemplo de eso: el horror, pero la contrición. Ese reconocimiento del acto deshonroso. El presidente de Alemania, Joachim Gauck, fue a Oradour para pedir perdón por uno de los crímenes más abyectos de la historia del ser humano.
En 1944, las tropas alemanas que ocupaban Francia destruyeron totalmente la aldea de Oradour y dieron muerte a sus habitantes: 642 personas. A todos los hombres, las mujeres y los niños.
Sí, 207 niños. 207 niños, repetimos. 207. Niños. Es increíble. Jamás se va a poder disculpar un crimen tan abyecto. 207 niños. Fusilados. Lo podríamos escribir cien veces pero no lo lograríamos entender, y menos disculpar. Eso lo hicieron “hombres uniformados”. Hombres. El 10 de julio de 1944. Han pasado 69 años. El actual presidente de Alemania, Joachim Gauck, ha sido el primero que se ha atrevido a viajar a esa aldea francesa. Los franceses la tienen como monumento y la han dejado tal cual la destruyeron las tropas enemigas. Todo en ruinas, hasta la iglesia. Es un lugar para que quede constancia de lo que puede llegar a hacer un poder militar sobre otro. Y fusilar a la población: 181 hombres, 254 mujeres y 207 niños. 207 niños. 207.
En el acto que se llevó a cabo frente a las ruinas de la iglesia se abrazaron el presidente alemán, Gauck; el presidente francés, Hollande, y el único sobreviviente de la matanza, Robert Hébras, que hoy cuenta 89 años de edad.
El abrazo de los tres hombres duró varios minutos y se los vio a los tres plenamente emocionados. Luego, los tres depositaron flores en el cementerio de la aldea. Al final de los actos, el presidente alemán escribió en el Libro de Oro de Oradour, que es un libro de duelo, lo siguiente: “Con espanto, conmovido y con repulsión estuve yo ante lo que se llevó a cabo por orden del comando alemán. Y quiero dar testimonio de que hoy existe una Alemania pacífica y solidaria. Y así tiene que ser para siempre”.
En los ojos del presidente alemán había nuevamente lágrimas. Es que no podía ser para menos cuando vio cómo quedó en ruinas el lugar, con casas derruidas, autos y carros quemados en la calle, y tumbas, tumbas, tumbas... un monumento a la crueldad que jamás se podrá borrar.
En la aldea más próxima a Oradour, Tulle, el ejército nazi ahorcó a 99 habitantes, que fueron colgados de balcones, como venganza por un ataque que habían sufrido por parte de partisanos.
Pero, aparte de los detalles, lo que queda de esta lección es algo que no puede entenderse ni perdonarse: el fusilamiento de niños. 207. No queda otra cosa que repetirlo, que anunciarlo: ¡207 niños! ¡Doscientos siete niños! Porque no cabe en la cabeza de nadie, ni del más cruel.
Como argentino no puedo dejar de recordar lo que hicieron nuestros militares durante la última dictadura: el quitarle los niños a las mujeres prisioneras encintas, en el momento de dar a luz. Y luego llevarlas a aviones militares que arrojaban vivas a esas mujeres madres al Río de la Plata o al mar. Y, al mismo tiempo, esos niños que recién habían abierto sus ojos al mundo eran regalados con preferencia a familias de militares sin hijos. Me pregunto: ¿cuál es una crueldad mayor, la de los militares alemanes en Oradour o la de los argentinos? ¿Videla, Massera y Agosti y sus secuaces?
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Así como el presidente alemán fue a Oradour a pedir perdón, así los comandantes actuales del Ejército, la Marina y la Aeronáutica deberían hacerlo al pueblo argentino ante el monumento a Nuestras Madres Desaparecidas, que deberíamos levantar los argentinos. Porque si bien en nuestro país se llevaron a cabo juicios a casi todos los responsables de esos crímenes abyectos y cobardes, falta todavía la contrición de las instituciones como tales. El presidente de la nación alemana era apenas un niño cuando ocurrieron esos crímenes, sin embargo llevó a cabo lo que correspondía como representante de la nación culpable. Lo mismo deben imitar ante nuestro pueblo esas instituciones militares. No va a ser un desdoro, sino un gesto de humildad para que jamás vuelvan a ocurrir crímenes tan crueles y vergonzosos. Un país que sigue mirando para otro lado cuando se le reprocha ese crimen que cometió con las minorías armenias es Turquía. Pero ya lo está pagando. Ultimamente fue candidata a ser sede de las Olimpíadas, pero quedó afuera. Y esto se debió en gran parte a los movimientos populares armenios que no cejan de luchar para que por fin Turquía reconozca el nefasto crimen cometido contra un millón y medio de armenios hace casi un siglo. Buenos Aires acaba de ser testigo de las marchas de protesta que hicieron los argentinos de origen armenio contra la presencia de Erdogan, el mandatario turco durante su estada en Buenos Aires. Pero, además, siguen en la propia Turquía las protestas. Ha sido una acción armenia de puro coraje. Es que ahora el racismo de los turcos ha llegado a límites imperdonables. Los diarios alemanes acaban de publicar lo que los turcos han llevado a cabo con el llamado Gezy Park, donde existía antes el cementerio armenio.
Señala el diario alemán Frankfurter Zeitung: “Donde están ahora el Hotel Divan y el Museo Militar hasta llegar al Hilton Hotel, era antes el cementerio armenio. Si se hace un foso en el Parque Gezy vamos a encontrar las tumbas armenias. Es que sobre ese cementerio erigieron hoteles de lujo y así ganaron una fortuna, utilizando el terreno del cementerio armenio y de la iglesia armenia. Acerca de eso ordenaron una campaña de silencio, ‘de eso no se habla’. Lo que los turcos hicieron con los armenios lo repitieron con los griegos y los arameos. Y ahora, desde hace treinta años, lo llevan a cabo con los kurdos. Lo vemos en la campaña de los diarios turcos. Todas las calles donde antes vivían los armenios ahora llevan los nombres de los genocidas turcos, lo mismo que las antiguas escuelas armenias tienen hoy el nombre de los genocidas turcos. Los armenios le acaban de gritar a Erdosian: ‘¡Terminen con los hoteles de lujo, basta con el museo militar y devuélvannos nuestro cementerio!’.”
La lucha de los pueblos por la vida. Y a veces se obtienen triunfos. Erdogan salió derrotado de la Argentina. Con esa realidad de su país, le votaron en contra. Nada de Olimpíadas en un Estado donde la represión es la política diaria. Como decimos siempre, puede durar a veces mucho, pero al final siempre triunfa la Etica.
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viernes, 13 de septiembre de 2013

Por Marcelo Ciaramella *

Pobres en fuga


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La lógica del sistema hegemónico de acumulación capitalista, que impone a los seres humanos vivir dentro de la lógica absoluta de la valorización del valor, provoca la aparición de la “humanidad sobrante”. Masas “inútiles” que no aportan un valor agregado que se convierta en capital acumulado y que cuentan con un poder adquisitivo casi nulo. Periferias de un centro poderoso que como secarropas centrífugo los arroja contra las paredes que limitan con la nada. Gente que va de acá para allá deambulando por el mundo, exponiéndose a tremendos peligros, experimentando la sensación de haber nacido en el planeta equivocado, culpabilizados de ser la periferia que no tiene derecho ni oportunidad de acceder al lugar de los privilegiados, acusados a menudo del delito de ser visibles, del de-satino de existir y son condenados a una fuga eterna buscando un escondite donde redimir el pecado de la exposición pública. Por eso existen montones de campamentos, hogares, refugios que, como el cuartito del fondo de una casa, esconden todo lo que no sirve para el uso cotidiano o lo que se usa de vez en cuando, para que no sea visto por las visitas.
El papa Francisco volvió a repetir uno de sus fuertes gestos solidarios con los pobres de la periferia, escondidos en este caso en el Centro Astalli de Roma, el servicio de los jesuitas para los refugiados en Italia. Volvió a llamar de manera elocuente “la carne de Cristo” a los sufrientes, en este caso los condenados a vivir como parias en este mundo por diferentes situaciones. Y desnudó la incoherencia de tantos conventos vacíos frente a tanta “humanidad sobrante” necesitada de un lugar para comer, vestirse y ser atendido.
Pero estos gestos –en mi opinión– pierden fuerza y terminan confinados a un álbum de fotos o una colección de discursos cuando no son acompañados de un análisis que produzca un diagnóstico que lleve finalmente a una interpretación, una toma de posición, una acción dirigida a acorralar las causas de estos males.
Lamentablemente la Iglesia ha sustituido el análisis con la ética. Los documentos sociales en general –además de extemporáneos frente a los hechos que analizan y que mutan con una rapidez vertiginosa– proponen una reflexión de principios, siempre válidos pero necesitados de mediaciones que los conviertan en acciones eficaces contras las causas de los males que se enumeran. Hacer un análisis ayudando la mirada creyente con las herramientas de las ciencias sociales genera la necesidad de elaborar acciones, proyectar un modelo de mundo, construir la fe histórica.
Es curioso que últimamente haya habido elocuentes gestos del Papa desalojando de sus poltronas a obispos o curas acusados de abuso sexual que pone blanco sobre negro la gravedad de tales acciones que no son compatibles con la tarea eclesial. Pero a la vez es llamativo que no haya acciones concretas que dejen en evidencia a los culpables y responsables de políticas que generan pobreza, miseria, violencia, injusticia y que afectan a millones.
Recuerdo de mi visita a Chiapas que, estando en la casa religiosa que me hospedaba a poca distancia de los territorios autónomos zapatistas y con plena relación con ellos, escuché una canción compuesta por las bases civiles, profundamente creyentes, luchando contra la violencia paramilitar, que limitaba con la lamentación y se llamaba “No basta rezar”: “No, no, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz, no, no, no basta rezar. Y rezan de buena fe y rezan de corazón pero también reza el piloto cuando monta en el avión para ir a bombardear a los niños de Vietnam, para ir a bombardear a los niños en Irak”.
Los creyentes zapatistas que visité tienen muy claro que la fe es para cambiar el mundo y no para salvar el alma. Porque Jesús dio la vida por un proyecto de mundo, el que quiere el Dios de la Vida, justo, solidario, fraterno, igualitario, cercano a los pobres y en combate contra las causas de la vida indigna e injusta.
La Convención de Refugiados de 1951 explica que un refugiado es una persona que, “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores no quiera acogerse a la protección de tal país”. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, los patrones globales de migración se han vuelto cada vez más complejos en los tiempos modernos, con la participación no sólo de los refugiados, sino también de millones de inmigrantes económicos. Los migrantes, especialmente los económicos, deciden mudarse con el fin de mejorar las perspectivas de futuro de sí mismos y sus familias. Los refugiados tienen que moverse si quieren salvar sus vidas o su libertad. Ellos no tienen la protección de su propio Estado –de hecho, es a menudo su propio gobierno que está amenazando con perseguirlos–. Si otros países no les brindan la protección necesaria, y no les ayudan una vez dentro, entonces pueden estar condenándolos a muerte o a una vida insoportable en las sombras, sin sustento y sin derechos. A veces también los desequilibrios ambientales que provoca la insaciable sed de recursos para producir, expulsan a muchos de sus tierras devenidas en desiertos o lugares inhabitables.
El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, en la reunión de Acnur en 2011 en Ginebra, sostuvo que “...sólo superando este cruel sistema capitalista es que vamos a disminuir las víctimas del desplazamiento forzado en el mundo y vamos a recuperar la dignidad de todas las personas evitando que deban buscar refugio en otras tierras (...) hoy debemos reclamar a la comunidad internacional que sea responsable, que en lugar de utilizar sus recursos económicos en la fabricación de armamento, bombardeos, bloqueos, persecuciones políticas y ataques armados, invierta esos recursos para la cooperación internacional, para cambiar este sistema capitalista que sólo busca el consumismo y denigra al ser humano”.
La contienda va quedando cada vez más clara: un mundo para pocos vs. un mundo para todos. La ideología capitalista liberal nos impone el mérito y la competencia como la premisa para adquirir derechos de vida digna. La mirada cristiana, claramente sostiene que el derecho para la vida digna en este mundo no consiste en hacer méritos, sino en el simple hecho de haber nacido. Si hay refugiados es porque hay perseguidores que se arrogan el derecho de decidir quién queda dentro del sistema, irrespetuosos de la libertad de vivir y morir con dignidad de todo ser humano. ¿Cuándo se separará la Iglesia en su análisis, sus gestos y acciones proféticas de resistencia, de un proyecto de mundo que sólo acarrea pobres en fuga?

* Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.
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sábado, 7 de septiembre de 2013

Conferencia de prensa de Cristina al término de la reunión del G-20 en San Petersburgo. Viernes, 06 de Septiembre de 2013 | Cristina Fernandez de Kirchner

Conferencia de prensa de Cristina al término de la reunión del G-20 en San Petersburgo. Viernes, 06 de Septiembre de 2013 | Cristina Fernandez de Kirchner

CFK mantuvo una reunión bilateral con el Presidente ruso Vladimir Putin.

Por Guillermo Levy *

Imperialismo de los derechos humanos


Con el fin de la Guerra Fría, ya hace más de veinte años, intervenciones militares o invasiones se empezaron a justificar, derrotado ya el fantasma comunista, en el marco de las banderas de la democracia y los derechos humanos.
El Consejo de Seguridad o la OTAN, o unilateralmente Estados Unidos con algunos aliados circunstanciales en busca de prebendas comerciales, han producido en estos veinte años diversas intervenciones militares, invasiones o simplemente han recalentado conflictos internos apoyando rebeliones armadas. El saldo de cientos de miles de muertos de esta geopolítica imperial de los derechos humanos es un balance devastador en el escenario mundial más desequilibrado militarmente que conoció la historia de la humanidad.
La primera guerra inaugural fue la del Golfo en el año 1991 para recuperar Kuwait para la monarquía absoluta que la gobernaba y que había sido invadida por Irak. Luego le siguieron las tremendas guerras genocidas que desmembraron a la ex Yugoslavia, tarea alentada tanto por los Estados Unidos como por muchas potencias europeas; cientos de miles de muertos en la guerra serbo-croata y luego en la de Bosnia. La cuestión musulmana, que no había aparecido en el escenario de los nuevos enemigos de la humanidad en la era poscomunista, aparece solapadamente en la guerra de Bosnia, que tiene combatientes chechenos y afganos peleando en el sur de Europa por su utopía de conquistar el primer Estado musulmán en Europa en reemplazo de la multiétnica Bosnia que había sabido construir el socialista Tito.
Ahí, los norteamericanos petardearon los acuerdos de paz europeos en 1995 para empezar a incidir fuertemente en la geopolítica europea e incentivaron a las partes a continuar con el conflicto que –decenas de miles de muertos mediante más– continuó hasta 1997. Luego de todo ese desastre y desmembramiento del hermoso país que supo ser la Yugoslavia socialista, vino la pequeña confrontación de Kosovo, región que sin ninguna tradición independentista y solo con el apoyo de los tanques de la OTAN y los medios internacionales, buscaba desmembrar más la en ese entonces Serbia y Montenegro. La OTAN intervino supuestamente para defender a los civiles kosovares hostigados por las tropas serbias luego de guerras civiles y genocidios permitidos por la ONU, por la OTAN y por el Consejo de Seguridad. El objetivo real, instalar tropas norteamericanas en el sur de Europa.
En el medio, el genocidio de casi un millón de personas en cien días en Ruanda no mereció intervención militar alguna. Esa región, en el medio de Africa, no merecía la pasión belicista en defensa de los derechos humanos, sobre todo cuando los Estados Unidos, luego de la fracasada intervención en Somalia, preferían no meterse mucho en Africa.
Más allá de estas idas y vueltas, el fin de la Guerra Fría vio nacer una nueva forma de “intervención humanitaria” que sirvió para justificar, con una gran hipocresía, las cirugías necesarias para el diseño internacional de la hegemonía norteamericana.
Llegó el 2001 y la cuestión del terrorismo pareció reemplazar en la pulsión invasora en defensa de los derechos humanos. Sin embargo, ambos argumentos supieron articularse.
Afganistán era el país de los talibán que habían volado las Torres Gemelas. Ex aliados contra los soviéticos, hoy eran los nuevos enemigos. Nombres como el Talibán, Al Qaida, cobraron una fama central que no deja de producir asombro cuando se ve que son estos sectores o sus aliados los que reciben ayuda de Estados Unidos, países europeos y dictaduras del golfo Pérsico, contra los resabios de los gobiernos árabes laicos de la región.
Afganistán era el refugio de los terroristas que habían volado las Torres Gemelas pero también era un país en el que las mujeres eran obligadas a usar chador y las libertades civiles eran inexistentes. A la búsqueda de los culpables y por la liberación del pueblo afgano nos anunciaron la primera gran invasión posatentados que aún continúa empantanada, con sus muertos permanentes y los ataques y bombardeos con aviones no tripulados en Pakistán. Hoy, como antes del 2001, esos tremendos enemigos presentados como el nuevo enemigo de la humanidad a la opinión pública mundial son los aliados en la lucha contra los Khadafi o Asaad.
Luego de Afganistán, llegó Irak por segunda vez en busca de armas de destrucción masiva que nadie vio ni creyó y el asesinato de Saddam Hussein. Un tiempo después, ya con las complejas y heterogéneas “primaveras árabes”, llegó Libia, en ayuda a los que querían derrocar a una dictadura y convirtieron al país, en su cirugía de bombas, en un infierno de tribalismo. Y ahora se viene Siria.
La impunidad de los argumentos que sobreactúan una indignación frente a violaciones a los derechos humanos cada vez es más grande. Antes, por lo menos, había una producción de relatos, imágenes y argumentos para lograr ciertos consensos en la opinión pública mundial.
Hoy la impunidad es cada vez más grande y los argumentos cada vez más insignificantes.
Solo personas con limitadas capacidades mentales pueden pensar que en la cúpula de poder de los Estados Unidos reina la indignación por el supuesto ataque con armas químicas contra civiles en Siria. Armas químicas que se producen en las democracias occidentales y que es altamente probable que haya usado la oposición occidental-islamista para producir una excusa que ni siquiera es sostenible para Gran Bretaña, el gran aliado de Estados Unidos en todas las invasiones desde el fin de la Guerra Fría. Arrancar la agenda de los derechos humanos de la nueva agenda imperial se hace imprescindible para no seguir legitimando un nuevo orden mundial donde, por lo menos hoy, potencias occidentales, especuladores financieros e islámicos radicales filo Al Qaida parecen que andan por el mismo andarivel.
* Docente Sociolgía UBA, investigador de la Untref.
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viernes, 6 de septiembre de 2013

NORBERTO GALASSO

A cien años de la muerte de un defensor de "los descamisados"


Eduardo Wilde falleció, en Bruselas, el 5 de septiembre de 1913. Había pertenecido a la Generación del '80 y en su vida había transitado por diversos caminos: médico, escritor, político, ministro, diplomático, ensayista y periodista. Demasiado protagonismo tuvo –en gran parte compendiado en sus Obras Completas de 19 volúmenes– como para que la Historia Oficial, montada por el mitrismo, pudiera ignorarlo.


Lo ingresaron, entonces –tomando alguna ironía suya fuera de contexto– como un hombre frívolo, aristocratizante, escéptico, ajeno a las vicisitudes del pueblo y lo colocaron en el mundo literario, como autor de cuentos, alguno de los cuales –como "Tini"– podía incorporarse a las antologías y recibir el elogio de alguna profesora de literatura. Es decir, una figura intrascendente 'del mundo de la política oligárquica' que, para colmo de horrores, había sido ministro del presidente Roca (quien, como nadie ignora, era el principal enemigo de Mitre en el '80), de modo tal que si Wilde tuviera estatua, también habría que derrumbarla, junto con la del general como propone alguna gente. 

En un diccionario biográfico de Vicente Cutolo, sin embargo, se admite que "pocos hombres públicos argentinos suscitaron más odios y fueron, como Wilde, combatidos con más saña y encarnizamiento". Y eso nos da una pista de la tergiversación operada sobre su figura.
Wilde fue, por sobre todo, un político antimitrista y allí empieza a descorrerse el velo de la maniobra descalificadora. Escribió: "Un mitrista no almorzaba antes de leer La Nación, como los curas que no almuerzan antes de decir misa. Una vez leída La Nación ya estaban listos para todo, briosos y contentos. El sastre les podía tomar medidas para hacerles ropa, podían hacerse cortar el pelo, pasar por la casa de sus novias y se hallaban ya en actitud de emprender las más grandes conquistas... ¿Ha leído usted La Nación, se preguntaban unos a otros en la calle. Una mirada terrible era la sola contestación, una mirada que quería decir: ¿Acaso no soy hombre? El hecho es que en aquella época el partido mitrista era una religión y cada mitrista, un devoto fanático... Creer en Mitre era creer en dios... No eran los suscriptores quienes sostenían a La Nación, era la fe, la creencia en un Mitre supremo creador y orador de todas las cosas, aunque todas le salieran mal" (Fígaro, 28/10/1885). "Su presidencia fue guerra a las provincias, la horca, 'la pacificación' de las tumbas, la soledad de la muerte... El terror, en la lanza de sus procónsules, el exterminio llevado a un pueblo hermano" (ídem).
Respecto al mitrismo, agrega: "Representa a la aristocracia, no digo la de estirpe o familia, porque no la hay entre nosotros, pero sí la del dinero, del capital, de la finanza, del comercio y la gran propiedad territorial... ¿Y acaso el capital tiene Patria? La Patria es la Bolsa, de donde saca las mejores ganancias. Por eso mismo, allí está el peligro de la República" (Vida y obra de Eduardo Wilde, de Norberto Acerbi, pp. 54 y 55).
En tanto antimitrista, Wilde reivindicaba al pueblo: "La prensa mitrista llama Descamisados a todos los que no son partidarios de su ídolo... Pero, ¿quién les habrá robado la camisa? ¿Por qué, siendo argentinos, se encuentran desheredados en su propia Patria? Los que ahora nos insultan llamándonos Descamisados, quizás viven en suntuosos palacios o en casas regaladas que se compran con el dinero que se cercenó a nuestros salarios. Quizás los que después de habernos desnudado se ríen de nuestra desnudez, se visten lujosamente con el dinero que la Nación había destinado para que fuéramos bien alimentados... Los Descamisados no son mitristas. Los mitristas tienen camisa, casa, alimento y dinero... Nuestros descamisados expondrán hoy sus pechos descubiertos a las balas de los revólveres lujosos y a los filos de los puñales con que la plutocracia de Buenos Aires ha armado a sus afiliados… Son ellos, los descamisados, los miserables a quienes queda como única fortuna su conciencia, los que forman el pueblo, la mayoría que arrastra una vida precaria en las ciudades, siendo siempre la primera en los sacrificios y en los gloriosos combates. Recogemos el nombre o el apodo con que se pretende injuriar a los partidarios de nuestras ideas y nos lo apropiamos con orgullo. Somos los Descamisados, no traficamos con nuestra conciencia, pero el sol que lucirá hoy no se ocultará en el horizonte sin presenciar nuestra victoria democrática" (La República, 12/4/1874).
Además, Wilde era partidario del proteccionismo, impugnando al liberalismo económico antinacional ("Industrias Argentinas", El diario, 10/6/1882) y fue el principal impulsor de la Ley 1420 de enseñanza laica, gratuita y obligatoria, batiéndose, en dura pelea con el clero: "Ha dicho el obispo que es más fácil extinguir el sol que destruir a la Iglesia de Cristo. ¡Barbaridad! La historia nos enseña que hombres y pueblos, ciudades y monumentos pasan, se reducen a polvo, se pierden en el olvido. El sol, en cambio permanece imperturbable desde el día de la creación, alumbrando a este mundo de tontos y pillos" (1884).
Fue también sanitarista y se jugó ejerciendo su profesión, en las epidemias de cólera y fiebre amarilla, aunque se lo quiere hacer pasar por escéptico. Y tal era su claridad frente al poder del mitrismo que cuando el Partido Autonomista Nacional comienza a claudicar, Wilde critica "su mitrificación", aunque su escrito aparece luego publicado usando la palabra "mitificación" (Norberto Acerbi, ídem, p. 170).
Todo eso fue Wilde. Ah, es cierto, también fue el autor de "Tini" y otros relatos que recibieron el elogio de Jorge Luis Borges –cuando era nacional e yrigoyenista– en su libro El idioma de los argentinos, de 1928.
TIEMPO ARGENTINO



jueves, 5 de septiembre de 2013

TRAVÉS DE UNA CARTA


El Papa pidió a los líderes del G20 que descarten una "inútil búsqueda de una solución militar en Siria"

Francisco reclamó alternativas pacíficas para abordar el conflicto. Además solicitó iniciativas contra el hambre y que aseguren viviendas dignas, empleo y asistencia sanitaria.n una carta remitida al presidente ruso y anfitrión del cónclave, Vladimir Putin, el sumo pontífice realizó un "llamamiento apremiante" en el que subrayó la necesidad de superar sus "posiciones opuestas" para avanzar hacia "una solución pacífica a través del diálogo y la negociación".

Los conflictos armados -recordó el pontífice a los líderes mundiales- muestran hoy "imágenes de miseria, hambre, enfermedad y muerte", tan lejos de la paz sin la cual -enfatizó- "no hay forma de desarrollo económico", según citó la agencia de noticias Europa Press.


En la carta, Francisco hizo hincapié en que la economía mundial solo se desarrollará si permite una vida digna a todos los seres humanos, "desde el más mayor hasta el niño no nacido" y no sólo a los ciudadanos de los estados miembros del G20 sino también de cada habitante de la Tierra.

Este involucramiento del máximo líder católico mundial se produce en momentos en que en los Estados Unidos y Francia, cuyos gobiernos son los principales impulsores de una intervención militar contra el gobierno de Bashar Al Assad, la efervescencia política alrededor del tema crece a pasos agigantados.

Mientras en Washington la Casa Blanca suma apoyos en el Congreso y los tiempos para conseguir la luz verde parlamentaria al ataque a Siria se aceleran rápidamente, el gobierno francés -único aliado importante que le quedaba al gobierno estadounidense-, enfrenta una dura oposición dentro de su propio Parlamento.

También en Estados Unidos y haciéndose eco del llamado papal de hoy, la Conferencia de Obispos Católicos (USCCB) pidió hoy "una solución política y no militar" al conflicto.

A través de su presidente, el cardenal arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y el obispo de Iowa, Richard E. Pates, presidente del comité sobre asuntos de paz y justicia internacional, la USCCB instó al Congreso a "trabajar para poner fin a la violencia en Siria con una solución política".

Días atrás, sumado a sus periódicos llamados a la paz y la carta enviada hoy a los líderes del G20, Francisco convocó además a una jornada de ayuno y penitencia por la Paz en Siria, que se realizará el próximo sábado 7 de septiembre y será presidida por el Ponífice.

En ese marco, 71 de los 75 embajadores que componen el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede acudieron hoy a una reunión en la Secretaría de Estado del Vaticano, donde fueron informados sobre la postura ante la crisis de Siria y sobre la próxima jornada de ayuno.

El portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, explicó a los participantes que el Papa Francisco participará en toda la vigilia en la Plaza de San Pedro que contempla el rezo del rosario, la adoración eucarística y una meditación del pontífice.

Hoy, Francisco se reunió en el Vaticano con el máximo responsable de la Iglesia Ortodoxa Siria, Moran Baselios Marthoma Paulose II, en el marco de sus encuentros con distintas iglesias que están convocadas a participar de la jornada del sábado.

Ayer, diversos credos se sumaron a la jornada de oración, entre ellos los cristianos árabes de los países del Magreb quienes exhortaron a participar en ella a sus fieles, según escribió en un mensaje desde Argelia el obispo de Laghouat Ghardaia, Claude Rault.

En tanto, el pedido del Papa también fue bienvenido por muchos musulmanes, a quienes sorprendió el llamado al ayuno, gesto propio de las tradiciones islámicas.

Días atrás, el Gran Muftí de Siria, Ahmad Badreddin Hassou, expresó que le gustaría estar presente en la Plaza San Pedro para participar en la oración e invitó a "todos los musulmanes" a unirse al rezo.

También los musulmanes libaneses se mostraron agradecidos con la convocatoria papal y expresaron su "esperanza de que el llamado pueda detener la crisis en Siria y en el Líbano", según manifestó el intelectual sunnita Ridwan Al Sayyid, quien aseguró que muchos fieles musulmanes se sumarán a la iniciativa.

En tanto, el arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, señaló que "todos los obispos y fieles cristianos en Damasco acogen el llamado a ayunar y rezar por la paz en Siria".
TELAM