NESTOR y lo que viene.

- El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los '90. —El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
- El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
- El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
- El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
- El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
- El que cambió radicalmente la política de Defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
- El que inició una gestión plural en la Cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la Ciudad de Buenos Aires.
- El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones récord.
- El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
- El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
- El que con la nueva Ley de Medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
- El que impulsó la Ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
- El que viene gestionando un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo.
Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de estos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo. Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide. Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem. De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional. A ver si alguien puede decir lo contrario. De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como "indispensable" y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente "Los K" y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como "Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina". Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país?
28 de octubre de 2010
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