sábado, 17 de marzo de 2012

Carta abierta de una docente al jefe de Gobierno

Por Paula Vanina Galigniana *

Cada mañana, mientras viajo hacia mi escuela en Villa Soldati, me pregunto: ¿Cómo encontrar alguna creativa forma de ubicar a mis 37 alumnos de 1º grado dentro del aula sin que queden aplastados contra una pared o el banco de otro compañero? ¿Cómo lograr desplazarme sin tener que ir pidiendo a cada pibe que se pare o simplemente saltando por arriba de la silla?

Al llegar a la escuela me encuentro con mi compañera moviendo bancos y sillas de acá para allá poniendo en práctica las mismas variantes que pasaron por mi cabeza unos minutos antes. Resignadas salimos al patio a recibir a los chicos con la certeza de que, una vez más, la pequeña y rutinaria tarea de mirar los cuadernos se transformará, sin duda, en una carrera de obstáculos.

El jueves, al salir de la escuela y escuchar sus declaraciones, pensé: cómo no nos dimos cuenta antes de que la solución era tan fácil: cerrás grados en Belgrano o Palermo y listo, mágicamente la sobrepoblación en las aulas del sur de la ciudad queda resuelta. Cómo fuimos tan tontos de no saber que las aulas que dejaban de utilizarse en un distrito podían teletransportarse para garantizar, tal como aseguraron sus palabras, que íbamos a tener clases con menos de 25 alumnos.

Tal vez sea porque yo me formé con Piaget, Vigotsky, Freire y Ferreiro mientras usted estudiaba ingeniería. O tal vez porque soy una vaga como supo decir usted alguna vez. No lo sé, lo cierto es que al escucharlo hablar sentí una mezcla de bronca y tristeza al saber que en sus manos la educación pública continúa su camino de abandono tal como demostró durante su primera gestión.

Sus respuestas, tan publicitarias como vacías, reflejan siempre la misma idea: hay que achicar lo más posible el Estado. Reducir todo lo posible y dar promesas vagas con un futuro incierto: “Cerramos grados porque no hay chicos y más adelante analizaremos y daremos respuestas donde sobran”.

En el sur tenemos problemas concretos que no se resuelven moviendo las fichas del tablero del plantel docente sino con inversión pública: necesitamos más escuelas, necesitamos más jardines para garantizar la educación inicial, necesitamos materiales, equipamiento, en síntesis, políticas educativas serias y no globos de colores.

Señor jefe de Gobierno, no utilice las necesidades de la zona sur de la ciudad, que nunca le importaron, para justificar recortes y políticas de ajuste. No intente ponernos como excusa porque los maestros y maestras del sur tenemos bien claro qué educación queremos y qué necesitamos para alcanzarla.

* Maestra de 1º grado de la Escuela Nº 21 D.E. 19.

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