A mi querido nieto Guido
Por Estela de Carlotto

Buenos Aires, 26 de junio de 2011
Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, “decimos”, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que “te mataron” en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres. Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen.Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás.
Tu abuela, Estela.
añado esta poesía tan profunda

Foto de Gabriel Velxio
Me quedó poco, pero a la vez todo. Y es esta suplica hecha recuerdo, que se mece en los mismos brazos, que te dieron alas para un vuelo eterno. Te estaré aguardando, hasta que la última gota de aire que me habita, se vaya con mi sombra a otros menesteres.
Pero si volvieras después que me haya ido, no hará falta que te apures, porque llevaré conmigo todas las esperas que sean necesarias, y todos los abrazos que creía ya perdidos.
© Gabriel Velxio
Pero si volvieras después que me haya ido, no hará falta que te apures, porque llevaré conmigo todas las esperas que sean necesarias, y todos los abrazos que creía ya perdidos.
© Gabriel Velxio
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